Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El Candás C.F. está en una difícil encrucijada, pero entre los socios cunde el ánimo de hacer frente a los problemas y encarar el futuro del club. La asamblea extraordinaria celebrada el pasado viernes dejó cifras para la intranquilidad, pero pronto esos malos datos se tornaron en optimismo ante la voluntad y el compromiso de algunos socios de sacar adelante el club.

La situación se resume, pues, en al menos 30.000 euros de deuda declarada y en unas cuantas manos nuevas que se unen para sostener a un club que, en contraste con su mala coyuntura económica atraviesa un momento dulce en lo deportivo, situado en las plazas que dan paso a la liguilla de ascenso a la Segunda División B.

Desde ayer lunes, el Candás C.F. opera con una nueva directiva. Se trata de una gestora formada por integrantes de la recién disuelta junta directiva de Ivan Sampedro, más otros socios, veteranos en su mayoría por una cuestión de disponibilidad. «El siguiente paso es formar una asamblea electoral, integrada por tres personas que se encarguen de poner en marcha la maquinaria electoral», explicaba ayer una portavoz de la nueva gestora, Alba Herreruela. El primer objetivo «es que la nueva directiva que se haga cargo del Candás se encuentre con una situación lo más clara posible».

Pero hay otras metas que la gestora tratará de alcanzar, como la de «dotar de una estabilidad mínima al club para que el equipo pueda seguir adelante en lo deportivo», según expone Herreruela. La portavoz también habló de los números, aunque advirtiendo que «lo primero que hay que hacer es decidir si con nuestra provisionalidad podemos tomar decisiones y, en caso afirmativo, cuáles sí y cuáles no». Desde ya mismo «se necesita financiación, pero sobre todo hacen falta manos», sentencia Herreruela.

«El Candás C.F. es un estandarte de Carreño y como tal no puede desaparecer», proclama Herreruela. «Confiamos y, si no, rogamos para que no ocurra esto, para lo cual es importante que la gente suba al campo, se involucre y, así, por complicada que sea la situación, se podrá salir adelante».

Esta corriente de optimismo es compartida por otros socios. Algunos, como Ramón Artime, concejal del Ayuntamiento de Carreño por la Unión Independiente (UICA), se encuentran entre los más veteranos. «La situación es excepcional por el robo, que ha propiciado una crisis de mayores dimensiones de lo que hubiera sido sin ese incidente», comenta Artime. Pero, añade, «aunque complicada, la situación es superable, entre otras cosas porque en la última asamblea, que podría haber terminado como el rosario de la aurora, respondieron muchos socios».

Eso sí, en su opinión las elecciones no deben tener lugar de forma tan inmediata como pretende un amplio sector de la masa social. «Hacerlas ya mismo sería un error porque no habría candidaturas, ya que nadie sabe a qué atenerse y derivaría en un vacío de poder», señala Artime, más proclive a «dejar actuar a la gestora con un mínimo de tiempo para que perfile soluciones y después convoque las elecciones».

Desde su posición de concejal, Artime considera que el Ayuntamiento tiene que jugar un papel determinante en el devenir económico del club. «Carreño tiene muchas empresas y con una gestión continuada y seria se pueden obtener recursos de ellas, para lo cual el Ayuntamiento puede facilitar las negociaciones con las empresas aquí radicadas», argumenta Artime, quien también cree que la gestora «debe estar en permanente diálogo con la comisión de deportes».

Los números del club, eso sí, siguen asustando, como señala el socio Sebastián Medina, quien rescata como lo más preocupante de la última asamblea el anuncio realizado por parte de la gestora de que «no hay previsión de ingresos de aquí a final de temporada». En su opinión, lo más inmediato es «aclarar y solucionar las cuentas», así como ofrecer «estabilidad al equipo deportivo para que pueda desempeñar su labor hasta el final».

Eso sí, todos los socios, con implicación en la directiva o sin ella, con relación municipal y sin ella, coinciden en una cosa: el Candás no puede desaparecer. Desde ayer mismo, la maquinaria se ha puesto en marcha para evitarlo.

«El Candás es un estandarte de Carreño y como tal no puede desaparecer»

<Alba Herreruela >

Integrante de la gestora

«Lo más preocupante es que no haya ingresos hasta final de temporada»

<Sebastián Medina >

Socio del Candás

«La crisis se ha visto agrandada por culpa del robo, pero tiene solución»

<Ramón Artime >

Socio del Candás