Grado,

Lorena VALDÉS

Lía Menéndez Alonso, de 14 meses, sería el primer bebé que se bautice «por lo civil» en Grado si prospera la moción presentada por Izquierda Unida, que se debatirá en el Pleno de este mes. A pesar de vivir en Madrid, Violeta Alonso y Pedro Menéndez, con orígenes en el concejo de Grado, desean celebrar en la villa moscona la ceremonia en la que se comprometerán a cuidar, proteger y educar a su hija. Frente al entusiasmo manifestado por esta pareja, los padres moscones se muestran, en general, más escépticos con esta alternativa laica a los bautizos religiosos.

Para Pedro Menéndez, los «bautizos civiles» son «una forma de ampliar las libertades de las personas, que es lo que busca la sociedad moderna. Hay que poner énfasis en que estas ceremonias son una opción, no una obligación. Lo interesante es que cada padre sea libre y pueda elegir la ceremonia que quiera para sus hijos», explica Menéndez, quien confía en que la propuesta de Izquierda Unida salga adelante en el Pleno. De ser así, él y su mujer tienen claro que «seremos los primeros en disfrutar de este derecho en Grado».

Mucho más tradicional, Isabel Barcia no se plantea para sus hijos otro bautizo que no sea el religioso. «Tengo dos niños, Gabriel, de 4 años, y María, de 7 meses, y los dos están bautizados por la Iglesia. Para mí, este híbrido que se plantea aquí no tiene mucha lógica, ¡no es santo de mi devoción! Quien quiera bautizar a sus hijos, que los bautice como Dios manda y quien no, pues que no lo haga», explica, mientras sostiene a su hija María en brazos.

Entre los padres que han decidido no bautizar a sus hijos se cuenta Deborah Berdasco. La joven es madre de una niña, Nora, de dos meses y medio. «No tenemos pensado bautizarla por la Iglesia y, en cuanto al «bautizo civil», no le encuentro mucho sentido porque, para mí, mi hija es ciudadana desde el día en que nació, con sus consiguientes derechos», argumenta. A pesar de su postura, la moscona ve bien que los padres que lo deseen puedan optar por esta fórmula de celebrar los actos de bienvenida a la comunidad de sus hijos en Grado, al estilo de los que tienen ya implantados Avilés y Mieres.

Por su parte, Mari Sol Conde prepara el bautizo religioso de su hija Sara, que nació hace 23 días. «Como soy gallega, lo celebraremos en Pontevedra. Soy clásica y no planteo una ceremonia alternativa como la del «bautizo civil»», afirma Conde. A pesar de descartar esta fórmula, que los políticos debatirán en Pleno en las próximas semanas, esta vecina de Grado defiende que «aunque yo no lo haría pienso que cada padre debe ser libre de elegir lo que considere más adecuado para sus hijos».

Para Evaristo Alonso los «bautizos civiles» son sinónimo «de democracia». Su hijo Samuel, de 13 meses, fue bautizado por la Iglesia en Grullos (Candamo), pero el moscón defiende que «es bueno que haya las dos opciones para que los padres puedan escoger».

Izquierda Unida defenderá ante la corporación moscona la celebración de este acto de bienvenida a los bebés en Grado que para ellos supone «un acto simbólico de reconocimiento a los derechos democráticos de los ciudadanos bajo los valores de la libertad, la igualdad y el respeto. No pretende ser un sucedáneo civil del acto religioso», argumentan fuentes de la coalición.

El primer «bautizo civil» de Asturias se celebró en 2005 en Avilés. En Mieres también se celebran este tipo de actos desde el año 2007. En el plazo de unas semanas, la Corporación municipal votará si Grado se suma o no a esta celebración, que tiene lugar en el Ayuntamiento y que está oficiada por el Alcalde o por un concejal de la Corporación municipal.

«Quien quiera bautizar a sus hijos, que lo haga como Dios manda y, si no, que no lo haga»

<Isabel Barcia>

«Soy clásica y no me planteo el "bautizo civil" como una alternativa al religioso»

<Mari Sol Conde>

«Para mí, mi hija es ciudadana desde el día en que nació, con todos sus derechos»

<Deborah Berdasco>

«Es bueno que haya las dos opciones en Grado para que los padres puedan elegir»

<Evaristo Alonso>

«Hay que hacer énfasis en que estas ceremonias son una opción, no una obligación»

<Pedro Menéndez>