Perlora, B. FERNÁNDEZ

Buscaron por tierra, mar y aire, pero el centenar de personas que participaron en el dispositivo desplegado ayer en la costa de Carreño no encontró ni rastro de Javier Rodríguez Libeorio da Sousa, el pescador residente en Llanera que desapareció el jueves 8 de marzo en la cala del Tranqueru, en Perlora. El operativo de búsqueda involucró, además de al centenar de personas entre profesionales y voluntarios, el despliegue de tres helicópteros y tres embarcaciones, todo ello bajo la dirección técnica del jefe de zona de Bomberos de Asturias, Francisco Barreñada; el gerente del 112 Asturias, Cesar Álvarez Abello, y el director general de Interior e Inmigración, Justiniano Fernández.

«Hemos delimitado diez zonas de trabajo desde el faro de Peñas hasta la Campa Torres, aprovechando el gran número de personas de que disponemos», explicaba Barreñada desde el centro de operaciones, situado junto a la caseta de salvamento de la playa de Carranques en Perlora.

A lo largo de la semana se pudo hacer un completo rastreo terrestre y marítimo, incluidas zonas de cuevas submarinas. Durante el fin de semana el radio de acción se extendió, para agotar todas las posibilidades. «Si el pescador está a la vista, hoy -por ayer- es el día para poder encontrarlo», señaló el bombero, aunque finalmente la jornada resultó infructuosa. El problema añadido, según explicó Barreñada, es que «la temperatura del agua está entre diez y doce grados, lo que retrasa que el cuerpo salga a la superficie».