Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

Los gobiernos pasan en Siero, a gran velocidad en los últimos años, pero el desarrollo del concejo sigue dejando muchos flecos en la política municipal, como la gestión de los equipamientos, el tráfico o la conservación del patrimonio. El nuevo alcalde, Eduardo Martínez Llosa, aupado al cargo gracias a una moción de censura hace pocas semanas, sólo saldrá airoso de los tres años largos de mandato que le quedan si se enfrenta con éxito a los siguientes siete retos.

l Plaza de abastos. El equipo de gobierno de Juan José Corrales rehabilitó el edificio sin dejar muy claro qué quería hacer con él, y los sucesivos gobiernos no consiguieron tomar una solución definitiva sobre la gestión. El Alcalde tiene claro que buscará compatibilizar la venta de abastos con las actividades de ocio. «Hoy mismo (por ayer) hablamos con los comerciantes, y ha habido buena disposición, si bien están cansados de tanta reunión. Les transmití que la semana que viene celebraremos la primera reunión para enfocar el problema y solucionarlo cuanto antes». El municipio debe hacer frente a las dificultades normativas que, en principio, no permitirían compatibilizar con garantías el comercio de alimentos con otras actividades.

l Gestión cultural. En este caso, el Ayuntamiento de Siero debe compatibilizar dos modelos que parecen antagónicos. Por una parte, la existencia de un centro de referencia, el auditorio, que aglutinaría la principal oferta cultural y, por otra, una gran dispersión de equipamientos con sus propias necesidades y sus propias iniciativas. El regidor sostiene que esta ha sido «una de las razones de liberar a la concejala de Cultura», María José Sánchez. «Debemos convertir el auditorio en un punto de referencia en Asturias y en el concejo, pero no podemos olvidarnos del resto; en cualquier caso, la cultura es una prioridad».

l Patrimonio. Siero cuenta con numerosos edificios protegidos y espacios singulares que se encuentran en mal estado. Los más significativos son el palacio de Celles y varios inmuebles del casco antiguo de Pola de Siero, muy descuidados desde hace años. Martínez Llosa dijo que buena parte de la conservación de la riqueza cultural y arquitectónica del concejo «depende del Principado, y por eso es necesario mantener una relación fluida con la Administración regional para empezar a dar solución a los problemas». En cuanto al casco antiguo, el Alcalde asegura que ya han comenzado las conversaciones con el equipo de Urbanismo «para situarnos y ver cómo lo podemos abordar». En cualquier caso, señala que esta cuestión «depende mucho de la economía», y por tanto la gestión del problema debe ser acorde a los tiempos y quizá lo más adecuado sea «dar pequeños pasos para ir mejorando la zona».

l Redistribución de equipamientos públicos. Los edificios administrativos de Siero están muy dispersos en la capital del concejo, y en los últimos tiempos se habla mucho de redistribuir el uso de los equipamientos. Llosa asegura que su equipo de gobierno está estudiando la posibilidad que se planteó durante el mandato del PSOE de trasladar los servicios de Urbanismo a la Casa de Cultura una vez que se ponga en funcionamiento el nuevo edificio del centro cultural.

En cuanto a otros equipamientos, el gobierno está pendiente «de que el negociado correspondiente nos diga la disponibilidad de espacio y también se conozcan todas las solicitudes de asociaciones y entidades preocupadas por contar con locales; se trata de optimizar recursos».

l Tráfico y aparcamiento. El tráfico es uno de los grandes problemas de las principales villas, especialmente de Lugones, donde la afluencia de vehículos es continua y muy alta, y también en Pola de Siero, que sufre embotellamientos en algunas de sus calles. Y el aparcamiento es una necesidad que está siempre a debate. El Alcalde no duda en calificar este problema como «uno de los puntos calientes del concejo». Llosa anuncia que «en breve saldrán a la luz pública algunas propuestas y cambios».

Este es un problema que «Los Trece» tenían ya sobre la mesa para su estudio cuando estaban en la oposición, de ahí que no vayan a tardar en sacar sus propuestas. Entre ellas está la de reabrir el debate sobre los aparcamientos temporales. En el mandato de Juan José Corrales se llegaron a plantear el establecimiento de la zona verde de aparcamiento temporal gratuito y la posiblidad de la zona azul, de pago, pero ninguna de estas propuestas terminó por prosperar.

l Cohesión territorial. Siero es un concejo disperso, con varias zonas urbanas y un amplio medio rural. Entre los retos que siempre le surgen a los nuevos gobiernos está el de gestionar esta diversidad. Eduardo Martínez Llosa se refiere, especialmente, a su intención de dotar de mejores servicios a la zona rural y aportar «soluciones para que la gente viva en las parroquias y tenga mejor calidad de vida». La principal prioridad será, sin lugar a dudas, el saneamiento. El regidor apunta que «cualquier vecino del medio rural que te visita termina siempre haciendo hincapié en los saneamientos». Se muestra «sorprendido de que tengamos esa deficiencia; si hay que establecer prioridades, esta tiene que ser una de ellas». Después estarían otras cuestiones como el abastecimiento de aguas, la colocación de puntos de luz o la mejora del servicio de recogida de basura.

l La crisis. Todos los retos mencionados anteriormente están marcados por este factor. La coyuntura económica hace que el Ayuntamiento no sólo cuente con más parados entre sus vecinos, sino también con muchos menos ingresos debido especialmente al parón de la construcción. Para hacer frente a este problema no queda otra que «hacer equilibrio», en palabras del Alcalde. Su intención es, «a través de un presupuesto bien gestionado y austero, establecer prioridades e ir consiguiendo objetivos, si no a grandes pasos, al menos poco a poco. Se trata de ir sumando, de no estar parados nunca», concluye.

Para Llosa, el contexto económico marca inevitablemente la política municipal: «La crisis influye en cualquier iniciativa que haya, pero es para lo que estamos aquí; la gestión es lo que determinará los resultados, y eso está en manos del equipo de gobierno y del presupuesto que estamos poniendo en marcha».

«Los Trece» tienen tres años por delante para hacer frente a todos estos retos y, de ese modo, demostrar que la moción que firmaron contra el alcalde socialista repercute en el pueblo.