San Román (Candamo),

Sara ARIAS

La cueva de la Peña de Candamo no entiende de crisis. La caverna paleolítica de San Román de Candamo cerró ayer el plan de visitas de Semana Santa a pleno rendimiento. Desde el pasado viernes, Zorione Torrontegui, guía de la cueva, ha realizado cuatro turnos al día de 15 personas. Incluso las hubo que se quedaron fuera al no tener cita previa, imprescindible para acceder a la gruta. La mayoría de visitantes proceden de Madrid y País Vasco, aunque la guía ha percibido durante la última semana un ascenso de los turistas asturianos.

También han llegado hasta la cueva grupos de ingleses, como la familia de Peter Carrington, que salieron de la caverna impresionados por la pintura del caballo en el camarín superior. En esta zona, la caverna muestra su aspecto «más barroco», con columnas y formaciones geológicas, «grandiosas e impresionantes», detalla Sara Soisa, logroñesa, que estuvo acompañada de tres amigos. Uno de ellos, Álvaro Martínez, aconseja visitar antes el centro de interpretación para «poder ver bien los dibujos dentro de la cueva».

Una de las visitantes más jóvenes, Carlota Pérez, se mostró deseosa de comenzar la visita: «Tengo ganas de ver los dibujos que hicieron esos hombres medio monos». También quiso comprobar que la cueva está en perfectas condiciones porque según le han explicado, «se puso mala y por eso tiene que entrar poca gente», detalló sonriente sabiendo que en cuestión de minutos ella sería una de las afortunadas en entrar.

Los que como Carlota quieran disfrutar de uno de los monumentos paleolíticos más importantes de Asturias deben reservar ya cita para el próximo verano. Del 15 de junio al 15 de septiembre la cueva podrá ser visitada de nuevo.