Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

Las redes sociales son un instrumento muy eficaz para abrir mentes, aminorar los prejuicios y autorrealizarse. El ingeniero en telecomunicaciones Rafael Marañón, investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, conforme a su nombre en inglés), transmitió ayer ese mensaje en una charla dirigida a los alumnos del Instituto Escultor Juan de Villanueva de Pola de Siero.

Marañón sostiene que la clave reside en el uso que se haga de estos instrumentos. Los detractores de las redes sociales hablan de cuestiones como la frivolidad y ciertos problemas relativos a la intimidad de las personas. El investigador considera que, en primer lugar, «esa frivolidad se encuentra también en la calle» y, con respecto a los posibles problemas por la difusión de noticias y de situaciones, cree que «sólo es un medio más rápido, pero esa misma difusión podría hacerse por otros muchos medios». La clave, entonces, está en educar a los jóvenes para un uso responsable de la red. «La educación es muy importante, lo más importante», subraya.

Los jóvenes pueden tener, además, muchas ventajas sociales con un uso adecuado de las redes. Pone el ejemplo de aquellos que poseen unas aficiones o unos gustos que en su círculo más cercano no son comprendidos. «Tienen la oportunidad de demostrarles a sus amigos que hay otras muchas personas que comparten sus gustos, que no son bichos raros», manifiesta.

También hay otros beneficios de cara al mercado laboral, que cada vez se va a fijar más en la presencia en la red. La visibilidad es importante, dice, pero matiza que «el hecho de que a todo el mundo le guste tu foto no significa que seas popular; se trata de influencia, de hablar y de que los demás te escuchen». El investigador hace hincapié, no obstante, en el hecho de que la red social no puede ser lo único que tengan los jóvenes: «Es como el que sólo socializa en la discoteca o en la biblioteca, eso no es bueno; lo más adecuado es no quedarse en un solo sitio, sino diversificar». Los jóvenes deben saber, apunta, que «la mente es como un paracaidas: si no se abre, no sirve». Una frase que, por cierto, le llegó a través de una red social.