En los intentos de buscar explicación a lo que sucede, uno tiene cualquier ocurrencia y busca inverosímiles similitudes históricas. La culpa es de la película «Quo vadis?». La repusieron en Semana Santa y vimos arder Roma. Nerón buscaba soluciones para consolidarse. Gracias al incendio se solucionó una crisis urbanística y se pudo relanzar la economía con alguna obra inmensa, como la Domus Aurea, y de paso machacar a los cristianos, que tenían otra manera de ver las cosas. Hoy la gente parece desanimada. Hay pesimistas que dicen: «Esto sólo lo arregla una guerra»; otros comentan: «Hay que salir del euro y lo que nos vendan que lo cobren en pesetas». Las responsabilidades de esta situación cambian continuamente de domicilio: anterior Gobierno, bancos, Alemania y Francia, el modelo económico? Tengo la impresión de que al final la culpa va a ser de los mismos, de los más sacrificados e inocentes; y si no se dice, por lo menos se les hace y hará pagar las consecuencias. Desde el Gobierno aseguran tener la certeza de saber adónde van. Nerón también la tenía, aunque Nerón estaba como estaba.