Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

El grupo folclórico y de investigación «El Ventolín» concluyó la semana del folclore astur este fin de semana con dos de los actos más significativos y de más solera: la subasta de obras de arte, el pasado viernes, y el festival folclórico nacional, que tuvo lugar ayer.

La subasta de obras de arte, que se convierte cada año en un instrumento de financiación de las actividades del colectivo, tuvo, como siempre, una buena acogida, pero los precios se resintieron mucho debido a la situación de crisis. El cuadro que mejor se pagó fue una obra de Sopeña donada por Chelo Muñiz, que alcanzó los 1.230 euros. Uno de Carlos Sierra se adquirió por 810 euros y otro de Alfredo Enguix, por 380 euros.

Según explicó una integrante del grupo, Conchi Peña, el precio de salida fue el mismo de los últimos cuatro años: 150 euros, «pero los valores fueron muy bajos, una media de cerca de 100 euros menos respecto al año pasado, y muchas obras se compraron al precio de salida». Se vendieron 47 cuadros y una escultura.

En cuanto al festival folclórico de ayer, se subieron al escenario de la sala principal del auditorio poleso el grupo les «Pandereteres de Fitoria» y la Asociación Cultural «Catalmibre», de La Coruña, además de «El Ventolín», que presentará tanto al grupo como a sus profesores de música tradicional. El periodista radiofónico Naciu Varukkas ejerció de maestro de ceremonias.