Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

El presidente de la asociación Amigos del Roble, Enrique Meoro, uno de los que se postulaban como candidatos a presidir la Sociedad de Festejos de Pola de Siero cuando se inicie el proceso electoral en los próximos meses, ha anunciado su decisión de renunciar al cargo. «En un principio es cierto que me postulaba, pero la situación cambió mucho y creo que el modelo de Festejos ya no es viable», apunta. Meoro trató el asunto detenidamente con su equipo y decidieron que sería «un suicidio».

A su juicio, sería «sacrificarse para apenas encontrar recompensa y pasar dificultades de todo tipo». El propio Manuel Freige, actual presidente de la entidad, advertía de que la situación económica de la Sociedad de Festejos no es nada halagüeña, porque en los dos últimos años la subvención municipal se ha reducido de forma considerable y la del Principado, que concedía 7.000 euros por fiesta, ha desaparecido.

Para Meoro, lo lógico sería que el Ayuntamiento pusiera en marcha una sociedad mixta para hacerse cargo de las fiestas. De no hacerlo, el presidente de Amigos del Roble se teme que «nadie va a coger Festejos», y el municipio no puede dejar «desamparadas unas fiestas que son patrimonio de todos los sierenses y una de nuestras señas de identidad».

La sociedad mixta sería, a su juicio, una buena fórmula para que el municipio pueda contar con la colaboración de los vecinos sin tener que cargarles a ellos con toda la responsabilidad. Se trata de que el Ayuntamiento mantenga una colaboración «no sólo económica, sino también de infraestructuras».

De no hacerse así, y si Festejos no encuentra el relevo, el municipio deberá «asumir las fiestas, asignarles un presupuesto y delegarlas a Cultura, como ya hizo con otras actividades de las que antes se encargaba Festejos, como el mercado medieval, la cabalgata de Reyes y el Carnaval».

Meoro propone buscar fórmulas como la enajenación del patrimonio de Festejos u otras iniciativas que garanticen la financiación. Se trata de hacer «una propuesta sólida, porque si no, no lo va a coger nadie». Dicho esto, también propone cambios como el traslado de los feriales y las orquestas a una zona fija en el extrarradio, el uso de la plaza de abastos para financiar la sociedad con comidas o fiestas y también el aprovechamiento del auditorio para actuaciones benéficas con las que se pueda recaudar fondos para la entidad.