Aboño,

Braulio FERNÁNDEZ

La sección primera de la sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Supremo en Madrid falló ayer a favor del Ayuntamiento de Carreño en su disputa contra el Puerto de Gijón por la inclusión o no del alto de Aboño en el plan de utilización de espacios portuarios de El Musel. El Supremo se ha pronunciado de la misma forma en que lo hizo previamente la Audiencia Nacional, el pasado año, al considerar que la orden ministerial que proyectaba la destrucción del monte carreñense para su conversión en zona logística era contraria a la ley, y ha rechazado, en consecuencia, el recurso de casación que interpuso la Abogacía del Estado contra el primer fallo de la Audiencia.

Los motivos que exponen los magistrados del Supremo, presidido por José Manuel Sieira Míguez, son de índole técnica, pues concluyen que «el recurso es inadmisible por estar defectuosamente preparado al no haber sido anunciados en el escrito de preparación las infracciones normativas o jurisprudenciales que se pretendían denunciar». Es decir, que los argumentos de la Abogacía del Estado para rebatir la posición del Ayuntamiento de Carreño no han podido ser probados con la ley en la mano.

El fallo del Supremo, como es natural, causó una gran satisfacción, ayer, en el gobierno local. El alcalde, Ángel Riego, señaló que «una vez más, los tribunales dan la razón a Carreño en su pleito con el Puerto de Gijón y en contra de la orden ministerial». Riego dijo sentirse satisfecho, ya que «la orden está suspendida a todos efectos y los terrenos no están adscritos al puerto». El Ayuntamiento ya tiene planes para ellos, como le comunicó a la Autoridad Portuaria de Gijón.

La intención del Ayuntamiento es que esos terrenos sirvan para el disfrute de la vecindad y de quienes visiten el concejo, para lo cual se plantea una regeneración ambiental de los espacios. A este respecto, se prevén la plantación de árboles autóctonos y la creación de equipamientos e instalaciones para las playas cercanas.

El Ayuntamiento quiere que con estas actuaciones, de mínimo impacto, «se creen nuevos equipamientos, como pueden ser un mirador, un área recreativa y zonas de aparcamiento que favorezcan la regeneración de espacios cercanos al litoral, así como el acceso universalizado a las playas del concejo», manifestaron fuentes del gobierno local carreñense.

La Audiencia Nacional ya dió anteriormente la razón a Carreño en su litigio con Gijón, al entender que las actuaciones pretendidas en Aboño tienen efectos significativos en el medio ambiente. Por ese motivo deberían haber sido sometidas a una evaluación ambiental de conformidad con la ley, que no existió, lo que forzó la anulación del plan del Puerto en Carreño.