Valdediós (Villaviciosa),

Gonzalo BENGOA

«Hay que darse un tiempo razonable para que haya continuidad». Son palabras que pronunció ayer Tarsicio Lemarie, el superior de la comunidad de San Juan de Valdediós, que finaliza su actividad y su presencia en Villaviciosa el 30 de junio. «No veo imposible que llegue otra comunidad a Valdediós», señala Lemarie, conocedor de la inquietud que provoca la incertidumbre sobre la continuidad del monasterio, en tanto el Arzobispado de Oviedo no encuentra una orden monástica que venga a Valdediós. La cuestión preocupa a numerosos colectivos del concejo, que han expresado su apoyo para que el monasterio no quede abandonado. El alcalde, José Felgueres, manifestó «el interés de todo el concejo porque el monasterio siga ocupado para que se pueda visitar y conservar. Forma parte de nuestro patrimonio más importante y es fundamental que se conserve, teniendo en cuenta la gran cantidad de dinero que se invirtió en él», afirmó el regidor.

La presencia y la actividad de la congregación de San Juan en el monasterio de Santa María la Real de Valdediós pasará a la historia el 1 de julio. Así lo anunciaron ayer, a través de un comunicado, el Arzobispado de Oviedo y la citada congregación. Aseguran que han reflexionado «conjuntamente» sobre si el monasterio ofrece «las adecuadas condiciones» para que la Congregación de San Juan pueda desarrollar su labor apostólica con jóvenes, «en conformidad con el carisma fundacional del Instituto». La conclusión es que «existen dificultades de tipo práctico» y que la historia y las peculiaridades de Valdediós «recomiendan la presencia de una comunidad netamente monástica».

La congregación de San Juan está «colaborando estrechamente» con el Arzobispado de Oviedo para que pueda cumplirse ese objetivo.

El hecho de que el Arzobispado no disponga en la actualidad de las instalaciones que la congregación precisa para el desarrollo de su actividad pastoral en otros puntos de la diócesis y el que la congregación de San Juan haya recibido solicitudes para tener presencia en diversas diócesis hacen que esta comunidad «se sienta en el deber de atender, en su justo momento, esas peticiones».

Tarsicio Lemarie valoró la experiencia en Valdediós como «muy positiva» y describió el monasterio maliayés como un lugar «muy oportuno» para desarrollar la labor que llegó de la mano del arzobispo Carlos Osoro, hace poco más de tres años. «El tiempo que el monasterio fue noviciado, con una experiencia muy exitosa, tuvo sentido nuestra presencia», comenta Lemarie, quien destaca que desde septiembre de 2011 solo habitan seis frailes en el monasterio.

«Para nosotros Valdediós fue una oportunidad y estamos muy agradecidos», destacó el superior, quien indica que «se volvió muy difícil tener vida para fuera, estar cerca de la gente o trabajar con los jóvenes y ocuparnos del monasterio».

Tarsicio Lemarie también contempló otras razones sobre su marcha: la fuerte identidad del monasterio y los problemas financieros. «Se necesita una comunidad estable», afirmó.

El Arzobispado de Oviedo agradeció a la congregación el que hubiese acogido favorablemente desde el primer momento la solicitud que en su día se le cursó para que se instalase en Valdediós, además de la labor que desarrolló en la diócesis durante estos años. «Siempre ha cooperado desde la más incondicional lealtad y entusiasta generosidad», expresa el Arzobispado.

También la congregación agradeció al Arzobispado de Oviedo y al pueblo asturiano «tanto la acogida como el apoyo que siempre han dispensado» a la comunidad de hermanos y a su labor pastoral en Asturias.