Lugones,

Manuel NOVAL MORO

La fiesta del Corpus, recuperada el año pasado en la parroquia de San Félix de Lugones, camina hacia su consolidación. Baste decir que la pequeña alfombra floral con que dos vecinas adornaron la salida de la iglesia el año pasado se ha convertido este año en un manto de más de 25 metros, con varias figuras dibujadas y, entre ellas, la cara de Cristo.

Este año han sido más de diez feligresas las que han trabajado en la alfombra floral. Según cuentan, les llevó cerca de un mes de preparación. «Trabajamos mucho el montaje, que estaba muy calculado», explica una de ellas, que prefiere permanecer en el anonimato para no destacar sobre las demás, porque ha sido «un trabajo en el que participó mucha gente».

El montaje definitivo les llevó algo más de cuatro horas de la jornada del sábado y, una vez que la alfombra floral estaba montada, extendida frente a la iglesia parroquial formando una «L», las vecinas se dedicaron a montar guardia toda la noche para evitar actos vandálicos que pudieran acabar con ella. Algunos de sus maridos les dieron el relevo a las seis de la mañana, pero hubo una mujer que no durmió en toda la noche. La alfombra llevaba flores de todo tipo: rosas, claveles y margaritas, entre otras, y también otros materiales como arena o borra de café.

«Estamos muy felices por cómo ha salido», aseguraban, y también por la importancia creciente que está cobrando la celebración. Este año, al igual que el anterior, la misa del Corpus coincidió con la primera comunión de muchos niños de la localidad, que contribuyeron a hacer la celebración más especial.

Tras la misa, oficiada por el párroco, Joaquín Manuel Serrano Vila, se celebró la procesión por las calles de Lugones, en la que la custodia fue llevada por cuatro hombres en andas, bajo un baldaquino que se estrenaba para la ocasión. El párroco caminó bajo el palio, y junto a la custodia iban las niñas que habían comulgado por primera vez.

Con esta segunda celebración, Lugones consolida el Corpus Christi como una de las fiestas religiosas llamadas a crecer en aceptación y en devoción en los próximos años.