Ferrera / Pola de Siero,

Franco TORRE

Ni el Gobierno central ni el autonómico parecen dispuestos a resolver las deficiencias apreciadas por los vecinos en la carretera de Ferrera, que conecta entre sí Pola de Siero y Noreña y a ambas poblaciones con la Autovía Minera (AS-I). El viceconsejero de Infraestructuras en funciones, el forista Juan Vega, se reunió ayer con los vecinos de Ferrera, que reclaman pasos peatonales y una mejor iluminación en la vía, para comunicarles que los tramos sobre los que se ha realizado la obra, ejecutada por el Ministerio de Fomento, son de titularidad municipal, por lo que las peticiones referentes a la vía deben acordarse entre la administración central y los consistorios de Siero y Noreña.

En paralelo, la Delegación del Gobierno matiza que Fomento se ha limitado a ejecutar un proyecto en unas carreteras de titularidad local y autonómica, por lo que todo lo que exceda ese proyecto compete a esas otras administraciones.

Esta postura contrapuesta se fundamenta en una disputa entre el Principado y Fomento a cuenta del proyecto de la carretera. Según afirmó ayer Vega, que se desplazó al bar Fano de Ferrera para mantener un encuentro con los vecinos de la localidad, el proyecto original del Principado fue modificado durante su ejecución, por lo que el Gobierno autonómico no se hace responsable del resultado final de la obra.

Por contra, Delegación de Gobierno ha señalado con anterioridad que la ejecución se ha hecho conforme a proyecto y que las intervenciones que haya que hacer en adelante deben incorporarse como modificados de obra.

Esta disputa deja en medio tanto a los vecinos de Ferrera, población que ha quedado dividida por la carretera, como a los ayuntamientos de Siero y de Noreña, que, una vez que la obra sea recibida, podrían verse obligados a ejecutar con sus propios fondos las modificaciones que se determinen.

Esta situación está generando un profundo malestar entre los vecinos de Ferrera, sobre todo porque en 1996, cuando se introdujo iluminación en la carretera, los residentes se vieron obligados a correr con los gastos del 30 por ciento de la inversión, en total 1.301.012 pesetas sobre los 4,3 millones que costó la obra. «Pagamos la iluminación, nos la quitaron por la obra y ahora no quieren volver a ponerla», se quejó ayer uno de los vecinos.

Pese a todo, tanto el Gobierno autonómico como Delegación de Gobierno dejan la puerta abierta a una solución consensuada, como ya ha sucedido en el tramo de la misma vía en La Carrera, donde Fomento está realizando un paso peatonal.