Oviedo,

Andrea LORENZO

La Coordinadora Ecoloxista d'Asturies ha denunciado el sistemático incumplimiento de la ley en materia de contaminación de las aguas en la ría de Aboño. El reciente vertido de fuel de la central térmica sólo es uno de los muchos que realizan las empresas localizadas en la zona, afirman los ecologistas, quienes consideran que esas emisiones son directamente responsables de que las aguas de Aboño superen los niveles admisibles de hasta una veintena de sustancias consideradas como peligrosas.

«Nos preocupan los elevados niveles de algunos contaminantes altamente tóxicos y su posible efecto sobre los ecosistemas marinos colindantes», expresan los ecologistas, que destacan la presencia de algunos hidrocarburos aromáticos cíclicos, plomo, cobre, selenio y cianuros. El vertido de todas estas sustancias incumple las normas de calidad ambiental en el ámbito de la política de aguas, subrayan.

Ante lo que califican de «pasividad reiterada» de las administraciones públicas, los ecologistas han emplazado tanto al Principado, coma a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y a los ayuntamientos de Carreño y Gijón a que se comprometan a tomar las medidas necesarias para paliar esta situación. A este respecto, el diputado de Unión Progreso y Democracia (UPyD), Fernando Prendes, ha emplazado al gobierno del Principado a actuar con transparencia y a llevar a cabo las labores de inspección necesarias para el riguroso cumplimiento de la legislación. El diputado coincide en que «lo que sucede en Aboño no es más que la punta del iceberg», en una situación de continua degradación que hace de esta zona «una de las más contaminadas de Europa». UPyD ha presentado una proposición no de ley en la Junta para abordar esta problemática. También ha demandado soluciones para Villaviciosa, donde los mariscadores han dejado de trabajar por el cierre cautelar de la ría.

Por otro lado, las labores de limpieza continúan en las playas afectadas por el vertido de fuel de la térmica y ya se han retirado 165 metros cúbicos desde que se detectó la fuga. Las playas de Villaviciosa y Carreño siguen registrando microgalletas de fuel, pero las de Llanes y Ribadesella están casi limpias.