Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El pleno del Ayuntamiento de Carreño rechazó ayer la modificación de la normativa urbanística en las parroquias de Perlora y Carrió. Esta medida tiene como consecuencia más directa para los vecinos de esas zonas que en adelante se regirán por las normas urbanísticas anteriores, es decir, las de 1993, mientras que el resto del concejo estará gobernado por una nueva norma, aprobada a principios de este año.

Más curioso aún es el caso de Perlora, ya que una parte de la parroquia estará regida por el plan general urbano de 1993 y otra por el reciente de 2012. Eso implica que, a la hora de edificar, comprar un terreno o hacer una reforma en la casa, habrá dos leyes en las que basarse, dependiendo del lugar en el que se quiera operar, que tendrán veinte años de diferencia entre sí.

Tanto Carrió como una porción de terreno de la parroquia de Perlora volvieron a tener una fase de alegaciones al Plan General de Ordenación (PGO) el pasado mes de marzo, al entender el Principado que el contenido y la cantidad de las alegaciones presentadas para ese lugar eran suficientes para abrir la puerta a nuevos cambios. Tras las alegaciones de los vecinos, y al no existir un acuerdo plenario para incorporar ningún cambio al planeamiento, éste queda en suspenso.

Y es que solo el partido en el gobierno de Carreño, el PSOE, se mostró a favor de la modificación de las normas urbanísticas de Carrió y Perlora ayer en el pleno celebrado en Candás. Tanto el Partido Popular como Foro Asturias, Unión Independiente de Carreño, Unidad Nacionalista Asturiana y Carreño Unido se pronunciaron en contra de la revisión urbanística, alcanzando los nueve votos necesarios por mayoría para rechazar el plan urbano. Por su parte, Izquierda Unida se abstuvo, mientras que la concejala del PCPE no compareció en la sesión para ejercer su voto.

Los partidos de la oposición manifestaron su rechazo al planeamiento de Perlora y Carrió basándose en la falta de consenso que por parte del gobierno ha habido para conformar la nueva norma urbanística, así como en planteamientos más concretos con los que discrepaban. Mientras, el PSOE argumentó su apoyo al plan, que no fue suficiente para sacarlo adelante, amparándose en el informe de los técnicos del Ayuntamiento para la revisión de las normas urbanas, en el que se rechazaba la mayoría de las alegaciones de los vecinos.

El plazo para revisar el plan de ordenación urbana de Carreño concluía el próximo martes 31 de julio. Al no existir consenso para su modificación en lo referente a Perlora y Carrió, en ambas parroquias seguirá vigente el plan de 1993, mientras que en el resto de parroquias sigue vigente el acuerdo de principios de año. De hecho, en el mes de marzo ya se comenzaron a conceder nuevas licencias de obra en las áreas no sujetas a modificación.