Escritor y profesor candasín

Candás, Braulio FERNÁNDEZ

El grupo editorial Ajec ya piensa en una segunda edición de «La leyenda de Jay-Troi», su último éxito del género fantástico. Su autor, Daniel Menéndez Cuervo (Candás, 1973), es profesor de Biología en el Colegio Paula Frassinetti de Avilés, y finalista del premio «Asturias Joven» de narrativa. Pero además se trata del último pregonero al alba de la Alborada candasina, el pasado septiembre.

-¿Quién es Jay-Troi?

-Es un héroe clásico, valiente y poderoso, uno de esos guerreros invencibles que no teme a nada, que está dispuesto a enfrentarse a cualquier reto, aunque en este caso se trate de un héroe que vaga perdido sin lugar en el mundo que lo rodea. Para su desgracia, en «La leyenda de Jay-Troi» se enfrentará a un reto espantoso e imposible. Eso lo cambiará convirtiéndolo en un ser completamente distinto que ya no responde al arquetipo de héroe.

-¿Por qué escribe sobre Jay- Troi?

-Soy alguien que escribe de manera desordenada, a ratos, y desde siempre. No soy nada constante y la mayoría de lo que escribo creo que no merece la pena. Pero hace ya mucho tiempo surgió la idea de un microrrelato protagonizado por un guerrero invencible sometido a un dilema imposible. Pero la historia no cabía en un relato tan breve, fue creciendo y se hizo evidente que necesitaba toda una novela. En principio no estaba interesado en escribir una novela de fantasía, así que traté de aparcar la idea. Pero no lo conseguí. La historia venía sola a mi cabeza, seguía creciendo, aparecían personajes y situaciones nuevas y acabé por escribirla.

-¿Cuáles son sus fuentes de inspiración y sus principales influencias?

-«La leyenda de Jay-Troi» no es una fantasía típica, se aleja de la línea actual de la fantasía y más que inspirada por Tolkien está influida por autores anteriores como Rober E. Howard o E. R. Edison. Y desde luego que también me han influido los autores más clásicos del género de aventuras como Walter Scott, Stevenson...

-El libro se ha convertido en uno de los últimos éxitos de la editorial y va a por una segunda edición. ¿Hasta dónde cree que puede llegar?

-Sí, ha sido un éxito, la primera edición se agotó en poco más de dos meses. En realidad aún estamos esperando por la segunda edición. La editorial se ha limitado, por el momento, a sacar una reimpresión. Parece que hay dificultades económicas que los obligan a ser prudentes. Así que a la pregunta de hasta dónde puede llegar la novela, la respuesta es que por desgracia no sólo dependerá de la acogida de los lectores sino de las circunstancias económicas.

-La editorial, Grupo Ajec, atraviesa unos momentos muy difíciles.

-Así es, el mundo editorial no es ajeno a la crisis. Imagino que Ajec se ha visto afectada no sólo por el descenso de las ventas sino también por un momento económico en el que el dinero no fluye. Grupo Ajec ha ralentizado su actividad editorial hasta el punto de no tener previsto editar ningún título nuevo en los próximos meses. En algunos medios se habla de cierre, pero lo cierto es que la editorial sigue y mantiene su catálogo.

-La novela tiene más de aventura, fantasía, épica medieval..., ¿de qué?

-La novela sucede en un mundo ficticio de elementos medievales y, por lo tanto, entra dentro de lo que se considera fantasía épica. Pero a diferencia de lo habitual en las novelas que se integran dentro de este género, que dedican muchas páginas a la descripción de los complejos mundos donde se desarrollan, en «La leyenda de Jay-Troi» la acción es mucho más importante, en ese sentido se aproxima muncho más a la novela de aventuras.

-¿Hasta dónde cree que se puede ser original hoy en día en literatura?

-Los que estudian esto saben desde hace tiempo que el número de situaciones dramáticas está limitado. Pero las combinaciones son inagotables. El problema es que los editores, y probablemente también muchos escritores, tienden a repetir fórmulas de éxito. Pero sin duda que seguirán pareciendo obras que nos asombren por su originalidad.

-Está trabajando en otra novela, ¿qué puede adelantar de ella?

-Será un novela distinta, supongo que se puede considerar una novela de ciencia ficción, aunque alejada de la idea clásica de ciencia ficción: no hay naves espaciales ni robots. Es una novela más compleja con más personajes y más intriga que acción pero espero que igual de adictiva que la leyenda de Jay-Troi.

-¿Qué opinión le merece la actual moda de las novelas de continuaciones?¿Es sólo estrategia de marketing o hay algo más?

-Pienso que llega a ser una obsesión. Siempre han existido novelas que nacían como continuación de otra, por ejemplo, la segunda parte del «Quijote». Pero creo que hoy en día, en lo que se refiere a la literatura fantástica, esto parece obsesivo, porque no se trata de continuaciones sino de obras imaginadas desde el principio como enormes trilogías o tetralogías. En foros y blogs te puedes encontrar a escritores noveles y muy jóvenes que anuncian que están escribiendo el primer volumen de su primera triología, creo que eso es excesivo. Tolkien comenzó con una novela sencilla y relativamente corta: «El Hobbit».

-Y sobre el mundo editorial, ¿cómo se presenta la ocasión para los escritores noveles que quieren abrirse un hueco?

-Parece casi imposible, hay centenares de editoriales que dicen estar abiertas a la recepción de manuscritos, pero mi experiencia me demuestra que no lo están. Envié mi manuscrito a unas treinta y sólo obtuve dos respuestas: una negativa y una positiva, la de Ajec.

-Ahora hay nuevos formatos de novela, no sólo el papel. ¿Cómo cree que afectan las nuevas tecnologías a la literatura?

-A mí no me gustan los libros electrónicos, disfruto muchos con un libro de papel en las manos. Pero hay lectores que lo han desechado y quieren leer en formato electrónico y por lo tanto hay que ofrecerles lo que piden. Pero siempre a un precio razonable, lo contrario incita a la piratería. Los precios de algunos libros electrónicos son demenciales, no tienen papel, no tiene imprenta, no tienes transporte, no ocupan espacio en las librerías ni en los almacenes y se vende a precios muy cercanos a los del libro de papel. Es absurdo. Y el problema derivado de la piratería termina por afectar a todo el mundo.