Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

El alcalde de Siero, Eduardo Martínez Llosa, ha advertido a los dueños de animales de que el municipio comenzará a aplicar rigurosamente las sanciones establecidas en la Ordenanza municipal para la tenencia, defensa y protección de los animales de compañía o domésticos debido a la creciente falta de civismo de muchos propietarios de perros, que ha sido objeto de queja de los vecinos.

El regidor ha promulgado un bando en el que destaca, especialmente, el incumplimiento del artículo 16 de la ordenanza, que obliga a los propietarios a que recojan los excrementos de los animales de la vía pública. Lo cierto es que cada vez son más las calles de las villas importantes en las que aparecen a diario excrementos de animales. Esta actitud está considerada en el reglamento como falta grave.

Por otra parte, subraya la obligación de los propietarios, recogida en el artículo 5 de la ordenanza, de ejercer sobre los animales «un control suficiente y adecuado» que evite riesgos para los ciudadanos, «utilizando cadena siempre y bozal cuando fuera preciso por las características del animal».

Por último, señala la obligación del los propietarios de tener al animal registrado e identificado, una prescripción que aparece en el artículo 14 del reglamento. Estos dos últimos incumplimientos constan como faltas leves.

El regidor señala en su bando que el Ayuntamiento de Siero, si los vecinos incumplen las normas, «habrá de recurrir a la potestad sancionadora que le confiere la ley, previa investigación de los responsables del incumplimiento de las obligaciones que corresponden a los propietarios y tenedores de animales de compañía».

La norma vigente relativa a los animales de compañía fue aprobada hace quince años y las sanciones recogidas en aquel entonces para las infracciones son poco cuantiosas hoy en día. En el caso de las infracciones mencionadas, la multa por las faltas leves estaría entre aproximadamente 6 y 18 euros, y por las graves, entre 18 y 40 euros.

En cualquier caso, el Alcalde pide la colaboración de los vecinos para conseguir que la campaña sea más efectiva y que se pueda disfrutar de un municipio «más limpio, respetuoso y saludable».