Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

La conservera Albo ha contratado a una empresa del concejo de Carreño para que lleve a cabo la reparación del teatro Santarúa. La empresa afincada en Vigo atiende así la reclamación que el Ayuntamiento de Carreño le había planteado hace menos de un mes para que pusiera fin, de una vez por todas, al «lamentable» estado de conservación de sus propiedades en Candás. Mediante una resolución, el Ayuntamiento había presentado un ultimátum a la empresa, advirtiéndola de que no atenderlo acarrearía sanciones.

La conservera Albo ha «atendido el requerimiento que le envíamos y ya ha mantenido contactos con los técnicos» para que comiencen de forma inmediata los trabajos de reparación del teatro Santarúa, según aclaró ayer la vicealcaldesa de Carreño, Amelia Fernández. De hecho, operarios de la empresa carreñense, con sede en Perlora, comenzaron ayer a trabajar sobre el terreno.

El objetivo es resolver, de forma definitiva, los problemas de desprendimientos que sufría el centenario edificio desde que la conservera abandonó su actividad industrial en el concejo, hace dos años. Técnicos de la empresa y del Ayuntamiento de Carreño visitaron el inmueble, para diagnosticar las patologías que lo afectan y proyectar las obras de rehabilitación necesarias para garantizar su conservación.

Sus primeras conclusiones son positivas y, gracias a los muros de carga del edificio, de gran grosor, en ningún caso se teme por la estabilidad futura del mismo. Así las cosas, las reparaciones se centrarán en la fachada y en el tejado, precisamente las que han sufrido desprendimientos en los últimos años.

Para que Albo se haya puesto manos a la obra con el teatro Santarúa, el Ayuntamiento tuvo que optar por la vía de la resolución, en la cual se señalaba que, «en caso de incumplimiento, se procederá a la ejecución subsidiaria (de las obras) por parte del Ayuntamiento, a costa del interesado». Y todo porque, según el Ayuntamiento, ha habido una «dejadez patente» en la actitud mostrada por Albo con respecto a sus propiedades en Candás, donde fabricó latas de conserva durante cien años. «El estado de deterioro general que presenta el teatro Santarúa, que hace inviable su utilización efectiva, denota un incumplimiento prolongado del deber de conservación por sus propietarios», señala el informe técnico realizado por los arquitectos municipales una vez inspeccionada la zona del derrumbe.