Quintes (Villaviciosa),

Mariola MENÉNDEZ

Los alumnos del Colegio Rural Agrupado (CRA) de la Marina, en Villaviciosa, celebraron ayer una jornada de convivencia en el centro de Quintes. Aquí se dieron cita alumnos del resto de las escuelas del CRA: Argüero, Castiello, Tazones, Oles y Peón. Fue una mañana muy especial porque los niños, además de reunirse, estuvieron acompañados de los animados miembros del Grupo de Animación Musical Escolar («Game»). Esta agrupación está formada por quince maestros de Música que los viernes están exentos de impartir clases para poder organizar estos divertidos conciertos por los colegios de la región, explica la directora del CRA, Elena Arango.

Los escolares de la Marina tuvieron la oportunidad de asistir a talleres de música y percusión en los que también realizaron instrumentos que posteriormente utilizaron en la actuación. Incluso, impartieron otro taller, de iniciación a la música, para los alumnos más pequeños, los de Educación Infantil. Debido a las más que conocidas limitaciones de espacio del centro de Quintes para dar cobijo a tantos niños hasta que se acometa la ampliación del colegio, los más pequeños tuvieron que realizar el taller en la iglesia del pueblo, que se ubica a escasos metros de la escuela.

La directora del CRA, Elena Arango, destacó la buena disponibilidad del párroco por no haber puesto ningún impedimento para que unos 180 niños de varios centros se reunieran en el templo para iniciarse en la música. El resto de alumnos de la Marina, hasta sexto de Primaria, realizaron los talleres en el propio colegio.

Arango incide en la participación e implicación de los vecinos de Quintes en las actividades educativas pues la sociedad recreativa y cultural «Clarín» también les cedió su sede social para que el grupo «Game» pudiera desarrollar allí su actividad y dar un divertido concierto que logró captar cautivar a los críos.

La creatividad de este Grupo de Animación Musical Escolar sorprendió a los pequeños, pues demostraron que con elementos cotidianos se pueden crear notas musicales. Uno de los ejemplos fue el uso de botellas llenas de agua para componer una melodía.

Pero tampoco fue un concierto al uso porque durante el transcurso, el grupo «Game» fue intercalando actuaciones e interpretaciones animadas y graciosas para ganarse a los niños y a la par transmitirles cultura musical. Los escolares no perdieron detalle y el centro social de Clarín, ayer, se abarrotó.