Quintueles (Villaviciosa), Mariola MENÉNDEZ

Después de catorce años de ser descubierto, ayer, por fin, «Quintín», el dinosaurio fósil de Quintueles, salió volando. Tanto tiempo fue necesario para encontrar los medios adecuados que permitieran rescatar de los acantilados de Aranzón, Villaviciosa, al este de la playa la Ñora, al esqueleto de dinosaurio más completo localizado hasta la fecha en Asturias. Tuvo que intervenir un helicóptero «chinook» del Ejército de Tierra, con base en Colmenar Viejo (Madrid), para evacuar el bloque de arenisca de 2.600 kilos donde está incrustado el esqueleto de «Quintín».

El director del equipo científico del Museo Jurásico de Asturias (Muja), José Carlos García-Ramos, explicó que «Quintín» es un ornitópodo, un dinosaurio bípedo y herbívoro que vivió hace 152 millones de años. Los expertos sostienen que el cuerpo del dinosaurio pudo ser arrastrado por la corriente de un río próximo a un delta y quedó sepultado durante una gran crecida, vivo o al poco de morir, en la arena. De ahí su disposición anatómica.

El rescate con helicóptero duró poco menos de quince minutos, tiempo en el que el fósil fue trasladado desde el acantilado hasta una pradera próxima. Teo Morís fue el encargado de atar y proteger bien la piedra para que no sufriera ningún percance. El fuerte oleaje se llevó por delante los preparativos de hace dos días, por lo que Morís tuvo que tirar de gato hidráulico. El teniente de la aeronave, Martínez Pontijas, señaló que lo más complicado del operativo fue «la aproximación a la zona porque el acantilado es muy cortado y quedaba muy cerca del rotor (hélices) del helicóptero». Agregó que la de ayer fue la primera vez que evacuaban un dinosaurio. Hoy rescatarán dos huellas de otro animal prehistórico en la ensenada de El Sable (Colunga).

Los huesos de «Quintín» fueron localizados a finales de verano, hace catorce años, por una vecina de Quintueles, Victoria Álvarez, cuando se encontraba pescando en el acantilado. Su amiga Paz Cifuentes se lo comunicó al equipo científico del Muja, pues se habían percatado de que aquella piedra podía tener cierto interés. «Se ven perfectamente las vértebras», comentaban ayer ambas que siguieron de cerca el esperado rescate. Ahora queda por delante una ardua tarea pues, según explicó García-Ramos, deberán retirar la piedra que lo recubre y recuperar el esqueleto.

Arriba, Victoria Álvarez y M.ª Paz Cifuentes, las dos mujeres que localizaron el esqueleto, siguen emocionadas el rescate. Sobre estas líneas, momento en el que Teo Morís ata bien la piedra para ser izada.