Candás,

Mónica G. SALAS

Los candasinos quieren despedir el 2012 por todo lo alto. Y qué mejor que hacerlo con un suculento festín. Así, los comedores de la mayoría de los restaurantes de la villa estarán prácticamente al completo esta Nochevieja. Pero para ello, los hosteleros han tenido que bajar los precios de sus menús o en todo caso mantenerlos. Aún así y teniendo en cuenta los tiempos que corren, dicen estar satisfechos con el número de reservas. «Para ser el peor año de la crisis, la verdad es que no me puedo quejar», dice Josefina Fernández, de la sidrería Santarúa. Lo mismo opina Luis Bolado, del restaurante El Llagarón: «Tenemos el comedor lleno y tan sólo nos quedan dos mesas libres en el bar».

No obstante, sí que es verdad que las cenas de Nochevieja de hace tres años no tienen nada que ver con las de ahora. «En 2011 notamos un bajón tremendo, las reservas cayeron la mitad, pero este año se mantienen igual que el anterior», explica Laura Llaca, responsable del hotel restaurante Piedra, en Perlora. Además, muchos establecimientos hosteleros preparan comida para llevar, y en este aspecto «también se ha percibido una disminución en el número de encargos con respecto a años anteriores», asegura Bolado. Como consecuencia de todo ello «no podemos contratar camareros extra; trabajaremos los de casa», declara Josefina Fernández.

La carne, el pescado y el marisco, en sus diferentes variedades, son los platos estrella de los menús de esta Nochevieja. Josefina Fernández suele cocinar todos los años una crema de nécoras que hace las delicias de sus clientes. Según su receta, lo primero que hay que hacer es preparar unas verduras y cuando estén pochadas añadir cigalas y andaricas. Después, se flamea con coñac y se le incorpora un caldo echo a base de cabezas de pixín.

Para terminar, se pone a cocer toda la mezcla con arroz y se pasa la batidora y el chino. De esta forma «conseguimos hacer una crema bastante espesa a la que luego añadimos unos trozos de gambas», afirma. En cuanto a la carne, Luis Bolado explica cómo prepara la paletilla de lechazo con patatas redondas que ofrece este año su restaurante. «Adobamos la paletilla con sal y la introducimos en una cazuela con manteca de cerdo y agua». Luego, se mete en el horno a 180 grados centígrados durante unos cuarenta y cinco minutos. Una vez lista, «preparamos una guarnición de patatas y un salteado de setas».

A pesar de la calidad y la cantidad de comida que, según los hosteleros, ofrecen en sus cartas, muchos de ellos han tenido que bajar los precios con el objetivo de atraer al consumidor. Julián Suárez, responsable del restaurante Varadero, asegura que el precio de los platos es de sesenta euros, pero «el año pasado se cobraba por uno más sencillo setenta». Luis Bolado también ha decidido bajar este año diez euros el precio del menú. Y hasta quince en el caso de La Fonte. Y parece que la fórmula ha funcionado. «La gente está más animada que el año pasado; supongo que la bajada de precios ha contribuido a ello», opina Bolado.

Aparte de gastronomía, los hosteleros candasinos intentarán transformar mañana sus locales en auténticas pistas de baile. Y es que introducir música o actuaciones en directo se ha convertido en un método para facturar algo más de dinero.

«El año pasado no pusimos música y los clientes a la una de la madrugada ya se iban; esta Nochevieja la pondremos para que se queden por lo menos hasta las tres», expresa Luis Bolado. Por su parte, los clientes de La Fonte y El Carmen podrán disfrutar de la actuación en directo de un DJ. Y como si de una boda se tratase, Laura Llaca sostiene que en el hotel Piedra habrá orquesta. Y todo ello, ¿hasta qué hora? «Hasta que el cuerpo aguante», tal y como apunta Isidoro Fernández.