Los representantes de la Asociación de Vecinos de Xivares lo habían advertido en el año 2011: la senda del Tranqueru ya estaba entonces plagada de grietas y existía un riesgo evidente de que pudiera venirse abajo. Al menos eso es lo que sostiene el presidente del colectivo, Javier Rubio, quien asegura que la asociación se puso en contacto con el Ayuntamiento de Carreño durante el mes de noviembre de hace dos años para denunciar la situación y exigir medidas que impidiesen un desenlace como el que se produjo en la madrugada del pasado domingo, cuando la ladera del monte se desplomó llevándose consigo más de 30 metros del camino.

El portavoz de la asociación vecinal, que precisamente lleva por nombre «El Tranqueru», asegura que el colectivo le envió un correo electrónico a la concejala de Hacienda, Zona Rural, Cultura e Igualdad, Amelia Fernández, informándole de que «debido a las fuertes mareas, una parte de la cimentación del muro de contención que sustenta la senda había desaparecido» y que, en consecuencia, «se apreciaban grietas en el camino que iban en aumento», mantiene Javier Rubio. En ese mismo correo «se le recuerda a la concejala que por esa senda circulan las canalizaciones del saneamiento de la costa de Carreño hacia la depuradora de Aboño y las canalizaciones de gas», afirma Rubio. Además, en ese texto se avisaba de que «llegaba el invierno y de que los nuevos temporales podían poner en peligro la estabilidad del camino».

Los vecinos lamentan que «en 16 meses no se haya tomado ninguna medida para evitar lo ocurrido» y celebran «que nadie haya resultado herido». La asociación subraya que «hace unas semanas» volvió a ponerse en contacto con el Ayuntamiento «porque las grietas habían aumentado», lo que provocó que se procediese al vallado de la zona, según Javier Rubio la «única decisión que fue tomada y acertada».