Si hay una tradición laica vinculada a la Semana Santa es, sin duda, la del «péplum». Por estas fiestas no hay cadena de televisión que eluda emitir la típica película de romanos, con la única condición adicional de que su duración nunca debe ser inferior a las dos horas y media. Para llenar la parrilla televisiva cuando los presentadores estrella están de vacaciones, supongo. El caso es que estos días la tele nos da un respiro de tanto «Sálvame» y tanta gaita y nos ponen clasicazos como «Ben-Hur», «Espartaco», «La caída del Imperio romano», «Quo vadis» o la más reciente «Gladiator», para regocijo de los más cinéfilos. Pero entre medias, en una contraprogramación propia de Telecinco, el Ayuntamiento de Noreña ha puesto de improviso el esperado Pleno de Adepas, en el que se narra el vía crucis de tres meses de una asociación de discapacitados para lograr la ayuda económica del Imperio. A falta de una segunda parte, la película ya rivaliza en emoción (y duración) con la mismísima «Ben-Hur». Aunque tiene peor reparto.