Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El Monte Fuxa ha vuelto a producir desprendimientos sobre Candás en los dos últimos días, tanto en la zona del paseo marítimo afectada con anterioridad, donde en esta ocasión los argayos son de menor entidad, como en la calle Pedro Herrero, situada en el lado opuesto del monte con respecto al paseo. Por esa razón, el alcalde de Carreño, Ángel Riego, ha advertido de las dificultades a las que se enfrenta el Ayuntamiento a la hora de abrir totalmente el paseo marítimo que enlaza Candás con Perlora por la línea de costa, que, por el momento, podrá ser transitado por los peatones, pero no por los vehículos.

Durante todo el día de ayer, operarios de la empresa contratada por el Ayuntamiento colocaron vallas de cierre de obra de dos metros de altura a lo largo de la zona afectada, partiendo de la calle Astilleros de Candás, donde se encuentra la casa que el pasado domingo 17 tuvo que ser desalojada por los desprendimientos. El vallado se prolonga hasta donde comienzan los muros de contención del monte, casi a la altura del viejo faro conocido como «Templo de los océanos», a pocos metros del acceso a la playa candasina de Palmera.

A última hora de la tarde de ayer, tras la colocación de indicadores advirtiendo de la zona de seguridad creada, la policía Local procedió a abrir el paseo marítimo para los peatones, por lo que la zona quedará despejada para la Semana Santa.

La instalación de esta valla atiende a las consideraciones efectuadas por los técnicos de que, si alguna roca saliese rebotada del monte, chocaría con las protecciones y no afectaría, por tanto, a los viandantes, por lo que se estima que la seguridad está garantizada.

En cuanto a la posible apertura total del paseo, incluyendo el tránsito de vehículos, el alcalde, Ángel Riego, no precisó plazos. «No puedo ofrecer ningún tipo de calendario», dijo. Y es que, de momento, los operarios contratados para retirar tierras y escombros del desprendimiento producido el pasado día 17 aún no han entrado a trabajar en la zona más dañada por los argayos.

Teniendo en cuenta esas circunstancias y los nuevos argayos de los dos últimos días, la situación se presenta «compleja», según el mandatario municipal, quien, con respecto a la vivienda afectada, manifestó que «se trata de un problema entre un privado y otro privado». También la porción de monte situada a la altura del comienzo del paseo marítimo es propiedad privada, a diferencia del resto del tramo hasta Perlora. El asunto volverá a abordarse tras la Semana Santa.