Las barreras para contener la contaminación marina volvieron ayer al puerto de Candás, aunque esta vez no para separar la costa de una mancha de combustible, como sucedió el año pasado con el vertido de fuel de la térmica de Aboño, sino como parte de un simulacro para preparar a todo el personal de emergencias de la región en caso de tener que desplegarlas.

«De nada sirve un plan de emergencia si cuando llega el momento de ponerlo en marcha no se sabe cómo actuar», asegura César Álvarez, gerente del 112-Asturias, que se ha encargado de coordinar el simulacro del plan territorial de contingencia por contaminación marina accidental (Placampa).

En el puerto de Candás, ayer, y tras una charla técnica en la Casa de la Cultura, voluntarios y trabajadores de Bomberos de Asturias, Cruz Roja, Protección Civil, Cogersa, policías portuarios, empresas de limpieza y Seprona, entre otras muchas instituciones, empresas y cuerpos de seguridad, se dirigieron al muelle candasín para observar y participar en el despliegue de una barrera de contención de contaminación marina, igual que la que se colocó por toda la costa carreñense el año pasado.

«Hoy hemos tardado unos 45 minutos en desplegar la barrera, pero ha sido con explicaciones a los asistentes, en realidad se puede colocar en menos tiempo», asegura Álvarez. Eso sí, matiza que no todos los accidentes medioambientales se solucionan con «las barreras, pero hay que estar listos para colocarlas si es necesario».

En realidad, su instalación es un hecho aislado, que sucede «dos, una o ninguna» vez al año. En la actividad ha colaborado la concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Carreño y el personal del Centro Jovellanos en Veranes, que ha sido el encargado de llevar a cabo las ponencias en la Casa de Cultura.