Los presupuestos de 2013 del Ayuntamiento de Carreño fueron aprobados anteayer con el voto de calidad del alcalde, lo que evitó la primera cuestión de confianza de la democracia en Carreño, en un pleno que se volvió bronco hacia su parte final y que terminó con una denuncia del PP al impedir el regidor, Ángel Riego, que se debatiesen o votasen las enmiendas al presupuesto que quería presentar el grupo. Aludió para ello al derecho a la información de los concejales, previa al pleno.

«El alcalde, haciendo gala del escaso talante democrático que le caracteriza, impidió el debate y votación de las enmiendas al presupuesto municipal presentadas por el PP», lamenta José Ramón Fernández, que vivió un cruce de acusaciones con la bancada socialista, llegando a producirse incluso insultos entre varios concejales, en un hecho inédito hasta ahora en el actual pleno.

Dice Fernández que su partido presentó sus enmiendas, «previo anuncio en la comisión informativa de Hacienda celebrada el 23 de mayo, en uso del derecho que le concede el Reglamento de organización y funcionamiento de las entidades locales», pero Riego consideró que no debían ser votadas ni debatidas. «Es un acto de despotismo y desprecio de los derechos de los concejales del PP y. por extensión, de los vecinos a los que representa, negándose a permitir el debate y votación de unas enmiendas que habrían servido para poner sobre la mesa importantes asuntos del presupuesto municipal», explicó ayer José Ramón Fernández.