La línea de autobús entre Pola de Siero y Oviedo con paradas ha sufrido, desde el día uno de junio, una reducción considerable de la frecuencia de paso de los vehículos, lo que ha desatado las protestas de los vecinos de las parroquias afectadas que se encuentran en medio de ese trayecto. Alcaldes de barrio y representantes vecinales de Colloto, Granda, Hevia, Meres, Argüelles, El Berrón y Pola de Siero celebraron una reunión para posicionarse sobre el asunto una vez que conocieron, a través de unos carteles que se colocaron en las marquesinas de las paradas, que desde el uno de julio los autobuses comenzarían a pasar, tanto en sentido la Pola de Siero-Oviedo como a la inversa, solo cada dos horas.

La razón de la reducción de los horarios parece estar en que ya se han terminado las clases en todos los centros educativos y que, con el final del curso, se ha reducido drásticamente el número de usuarios, con lo que mantener la misma frecuencia no es rentable para la empresa.

Los vecinos dicen, sin embargo, que hay gente que sigue yendo a trabajar en autobús y que la reducción de horarios acabaría con la única alternativa de muchos de ellos.

No es la primera vez que los vecinos se encuentran con una situación así. El verano pasado hubo numerosas protestas a raíz de la reducción de horarios y, finalmente, tras varias reuniones, la empresa que da el servicio se comprometió a mantener los horarios.

El año pasado, sin embargo, ocurrió que el cambio en los horarios se había hecho sin el consentimiento del Consorcio de Transportes de Asturias, que se terminó posicionando a favor de los vecinos. En esta ocasión, sin embargo, el Consorcio sí ha autorizado los cambios.

Este extremo ha desatado las críticas del alcalde de Siero, Eduardo Martínez Llosa. «La semana pasada nos enteramos de la reducción del número de paradas, pero oficialmente no habíamos tenido noticias; nos llamó la atención y nos disgustó que no hubiesen tenido la deferencia al menos de notificárnoslo, como municipio afectado».

Además de comunicar su «malestar» por la actitud del Consorcio, el alcalde manifestó su apoyo a los vecinos afectados. Llosa solicitó recientemente una reunión urgente con representantes del Consorcio pero, por el momento, ha obtenido una respuesta negativa. Al parecer, le dijeron que estaban trasladando sus oficinas, y se limitaron a enviarle un comunicado con la nueva situación de la línea.

El regidor sigue insistiendo en la importancia de celebrar una reunión con todas las partes implicadas para que tanto los afectados como el Ayuntamiento de Siero puedan recibir información sobre el asunto, «y a partir de ahí tratar de consensuar soluciones».

Llosa cree que aunque se reduzca el número de usuarios «hay gente que trabaja, y a la que se debería atender». Por su parte, la alcaldesa de barrio de Argüelles, Loli Prendes, erigida en portavoz de los vecinos, pide, sobre todo, que se les dé información, ya que se enteraron de la nueva situación a través de los carteles. Los afectados confían en que en los próximos días se puedan tomar medidas para llegar a una solución buena para todos.