La pancarta del «No al desmonte» puede quedar almacenada para siempre. El alto de Aboño ya no forma parte de los planes de futuro del puerto de Gijón. Los jueces ya frenaron hace dos años las tentativas de El Musel de crecer hacia Carreño, desmontando el alto de Aboño para dar forma a un polígono logístico, pero con la nueva tramitación del plan de usos de espacios portuarios quedaba la duda de si volvería a incluirse el monte en esos planes, al ser propiedad, en su mayoría, de la Autoridad Portuaria.

No será así. «El plan de espacios portuarios está en período de información pública y ya no recoge el alto de Aboño», explicaba ayer la teniente de Alcaldía del Ayuntamiento de Carreño, Amelia Fernández. «El anterior plan fue anulado por la Audiencia Nacional al no incluir el estudio de impacto ambiental y el nuevo zanja la incertidumbre que podría existir sobre si estaba o no incluido el alto de Aboño», se congratuló.

El futuro es así más verde para el alto de Aboño, a cuyo desmonte se enfrentaron miles de personas durante casi una década con pancartas bajo el lema «No al desmonte». La propuesta del Ayuntamiento para el alto de Aboño es, en palabras de la portavoz del gobierno, Amelia Fernández, «que esos terrenos sirvan para el disfrute de la vecindad y de quienes visiten el concejo, para lo cual plantearemos una regeneración ambiental de los espacios». Así, se prevé plantar árboles autóctonos y la creación de equipamientos e instalaciones para las playas cercanas.

El Ayuntamiento pretende que con estas actuaciones, de mínimo impacto, «se creen nuevos equipamientos, como pueden ser un mirador, un área recreativa y zonas de aparcamiento que favorezcan la regeneración de zonas cercanas al litoral, así como el acceso universalizado a las playas del concejo», detalló Fernández.

Las negociaciones para sacar el alto de Aboño del espacio portuario estaban muy avanzadas, como ya había adelantado a LA NUEVA ESPAÑA el pasado mes de marzo la presidenta de la Autoridad Portuaria, Rosa Aza. Según el alcalde de Carreño, Ángel Riego, existe la necesidad de «llevar a cabo un plan especial en la zona primero», antes de realizar ninguna inversión, ya que con esa herramienta urbanística se daría validez al proyecto para devolver el alto a los carreñenses.