Seis meses después de que el Principado anunciase la puesta en marcha de diversas medidas para impedir los continuos excesos de velocidad en la carretera que atraviesa la turística parroquia carreñense de Perlora, los vecinos han dado la voz de alarma: «los coches siguen a todo gas». Existe una limitación de 50 kilómetros a la hora, pero es frecuente que se incumpla y no suele haber presencia policial para impedir los excesos. La situación se agrava si se tiene en cuenta que la carretera en cuestión, la AS - 239 que enlaza Luanco con Veriña, está salpicada de viviendas unifamiliares a ambos lados.

«Lo que está en peligro es la integridad de los vecinos», lamentan en Perlora. «Todos los días muchos vehículos y motocicletas circulan a toda velocidad a pesar de la limitación, con la peligrosidad que esto supone para la integridad física de las personas que viven y transitan por la zona», un riesgo que en los meses de verano aumenta, señala Nacho Díaz, un vecino de Perlora.

«Podemos evitar nuevos accidentes y podemos atajar de una vez a todos estos individuos que, sin ningún respeto ni responsabilidad, circulan por Perlora, bajando desde el camping Buenavista a toda velocidad», explica Díaz. Eso se lograría si se pusiesen en marcha algunas de las medidas aprobadas por el gobierno regional que han quedado en el olvido, como la colocación de reductores de velocidad y una mejora en la señalización del entorno.

« A día de hoy, vivir o transitar por estas zonas es hacerlo con miedo», asegura el vecino. «Todos y cada uno de los días sufrimos y vivimos el temor a que uno de estos irresponsables se lleve por delante a alguna persona inocente, y entonces será demasiado tarde», añade Díaz, que no puede olvidar las «diversas muertes relacionadas con el tráfico», cinco desde enero, que hacen que el problema esté en Perlora más «a flor de piel» que nunca.

Sus quejas se suman a la de la asociación de vecinos «Río Espasa» de la parroquia, que a principios del año reclamaba una solución, e incluso a las del Partido Popular, que ha requerido al gobierno regional en varias ocasiones para aplicar una solución eficaz que frene los excesos de velocidad en Perlora.

Entre las medidas anunciadas por el Principado, aprobadas por su Consejo de Gobierno, se encuentran la colocación de sistemas reductores de velocidad y bandas transversales de alerta, así como la correspondiente señalización vertical de peligro, «que eviten y pongan fin a que vehículos y motocicletas superen el límite establecido de los 50 kilómetros por hora en la carretera AS-239 entre Luanco y Gijón, a su paso por Perlora», tal y como reza el texto aprobado.

«En muchas ocasiones, al cruzar la carretera para llegar a la acera, los coches y motocicletas van a tanta velocidad que llegan antes de que se pueda escuchar el ruido del motor, lo que supone un grave peligro», dicen los miembros del colectivo vecinal «Río Espasa». Unas simples bandas reductoras no son poco para ellos.