Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Laura García, Miguel Ángel Prendes, Mundo Suárez, Carlos García, Alberto López, José Ignacio Espina, José María García Hevia y Fermín Muñiz. Estos jugadores son el legado de Herminio Aparicio, fundador del Club de Ajedrez Candás, y que falleció tras el 12.º Trofeo del Cristo. La edición número 13 se clausuró ayer en el centro de La Baragaña.

El resultado del trabajo de todos: el mejor torneo de ajedrez de Asturias. Y no porque lo digan ellos. Lo dicen los participantes, algunos de ellos llegados de muy lejos. Letonia este año, o Cuba en la pasada edición. Primeras espadas, que compiten con grandes jugadores de Asturias. «Somos conscientes del nivel que ha adquirido el torneo», reconoce Fermín Muñiz, presidente del club en la actualidad. «Al principio era de carácter local y no se disputó todos los años», recuerda. Luego llegaron los años de abundancia y sobre todo de ilusión. Y esa no se ha perdido. «La gente acude a Candás porque les gusta. Los jugadores encuentran aquí un local espléndido (en el centro polivalente La Baragaña), con una buena organización, y son tratados de maravilla», asegura el presidente.

«El boca a boca ha ayudado mucho y ahora con las redes sociales hemos captado aún mucha más atención», recalca. No sin dejar de acordarse de la importante labor que desempeñan los patrocinadores, entre los que destacan institucionalmente el Ayuntamiento, el Principado o Cajastur, pero también empresarios y hosteleros de la villa que llevan años apoyando el torneo. Todo ha ayudado a hacer del Open de Cristo el mejor torneo de ajedrez de Asturias, organizado por unos maestros en generar ilusión en torno al ajedrez.

Los organizadores son el legado de Herminio Aparicio, que desde esta edición ha puesto nombre al trofeo, a renglón seguido de la mención al Cristo de Candás: I Memorial Herminio Aparicio. Él fue el gran impulsor de este deporte en la villa de olímpicos, fundando el Club Ajedrez Candás, presidiéndolo hasta 2002 y siendo su presidente de honor hasta su fallecimiento, el pasado mes de diciembre. Su labor en favor del ajedrez fue clave en el desarrollo de la actividad en la capital de Carreño, que gracias a él y a su legado organiza hoy el mejor torneo de la región.

«Nos acordamos en todo momento de Aparicio, que fue el maestro de todos nosotros. Es de justicia que el torneo lleve su nombre», señala Muñiz. Un torneo que promete seguir siendo el mejor en años venideros. «Si no nos falta el patrocinio, seguiremos adelante», asegura el presidente del club.

Este año, por lo pronto, se ha contado con la friolera de 87 participantes, una de las cifras más altas de su historia. Todos de edades muy dispares. Como los propios organizadores.