Un grupo de soldados vascos corren como la pólvora por el campo de batalla. Mientras, atrincherados, los del bando nacional intentan frenar la ofensiva republicana mediante bombas y fuego a discreción. Sin embargo, nada consigue impedir que las dos unidades republicanas avancen rápidamente hacia el enemigo. Llega el momento de replegarse. Los sublevados retroceden y toman, de pronto, el pueblo de Grullos en busca de una estrategia para contraatacar. Allí, de casa en casa, consiguen finalmente vencer a los republicanos y alzar la voz: «¡Viva España!». Todo esto, comprimido en treinta minutos de representación, fue lo que vivió este fin de semana Candamo con motivo de las II Jornadas de recreación histórica, organizadas por el grupo Frente del Nalón. Se recreó la batalla que llevó el nombre de la localidad de Areces (Las Regueras), ocurrida en febrero de 1937 en plena Guerra Civil española y en la que los republicanos pretendían cortar el pasillo de comunicación de Oviedo, aunque no tuvieron éxito.

Este tipo de recreaciones se organizan, en Asturias y España en general, cada vez con mayor frecuencia. De hecho, la que se celebró en Grullos ha experimentado en su segundo año un importante avance. «En esta edición han participado unas veinte personas más que en 2012 y, además, procedentes de todos los puntos de la geografía española. Han venido del País Vasco, Salamanca, Galicia, Navarra, Santander... », explicaron Enrique Menéndez y Félix Feito, organizadores del evento y a la vez directivos del grupo Frente del Nalón. En concreto, en Candamo participaron, ante la atenta mirada del público y del ex presidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa, el grupo de Recreaciones históricas de Galicia y el de Sancho de Beurko, de Vizcaya, además del propio Frente del Nalón. Entre los gudaris se encontraba el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban.

Y es que la Historia, y en particular la de la Guerra Civil española en Asturias, cada vez interesa más. «Es un conflicto del que todavía se desconocen muchas cosas. Sin embargo, ahora parece que se está promocionando más. Y eso es positivo, porque es una forma de hacer que nuestra historia no se olvide», manifiestan Vicente Suárez y Pelayo Álvarez. Estos recreadores ovetenses afirman que la representación de conflictos es como hacer teatro, pero en pleno campo en vez de sobre las tablas. «Estás actuando, hay que seguir un guión», explican.

La representación es para todos ellos un hobby, que nace del coleccionismo de armas, prendas y demás equipamiento de la época. «Nos gusta coleccionarlo y en vez de tenerlo en el armario, pues lo exhibimos. Así, todo lo que llevamos durante la actuación es original. Este fusil, por ejemplo, es de un miliciano que en su día combatió en la guerra», afirmó Enrique Menéndez.