La iglesia románica de Santa María de Sebrayo (Villaviciosa) se cae. A pesar de que hace unos años se rehabilitó la cubierta, no se hizo con demasiado acierto, según los técnicos, de manera que las humedades y las filtraciones se fueron apoderando del templo, clausurado hace un par de años precisamente para evitar desgracias en caso de un previsible derrumbe. Los vecinos llevaban meses advirtiendo que, si no se actuaba con urgencia, el techo acabaría por venirse abajo. Finalmente, ha cedido en la zona de la tribuna, que ya estaba apuntalada. Ahora los feligreses temen que el resto del tejado siga el mismo proceso porque también está afectado. Además, el agua, que hasta la fecha se filtraba, ahora entrará de lleno.

La Consejería de Cultura acaba de terminar la redacción del proyecto de actuación sobre la cubierta, que ha costado 5.000 euros. Pero al ser ya unas fechas próximas al fin del ejercicio, los responsables regionales descartan que las obras, presupuestadas en unos 50.000 euros, puedan iniciarse este año, por lo que tendrán que esperar a 2014.

"Ahora esto se irá desplomando todo con los próximos temporales", teme Sonia Pérez, pues "vamos para el invierno". Añade, aliviada, que "menos mal que estaba cerrada", lo que evitó daños. Senén Vallín Álvarez, otro vecino de Sebrayo, se queja de que, a pesar de tener una iglesia, ejemplo del románico rural asturiano en pleno Camino de Santiago, han de ir a misa a Miravalles. "Estaba mejor antes de arreglarla", sentencia. Su hijo, César Vallín, apunta que el templo "cada vez está peor" y teme que acabe cayendo toda la techumbre, incluso la tribuna. Sonia Pérez alerta de que el resto de las tablas ya "se ven cedidas".

Maximino Meana Sariego se casó y celebró sus bodas de oro en Santa María de Sebrayo, por lo que ve con pena su deterioro. Comparte con el resto de feligreses la urgencia de su reparación. "Tenían que arreglarlo ya", reclama.