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El lobo mata a una oveja y hiere a cuatro en Quinzanas, a cinco kilómetros de Pravia

"Con el jabalí y los cuervos, no hay quien tenga nada", se quejan los dueños

Marcelino García y Ana María Roldán, en Quinzanas, con las ovejas heridas. S.arias

Un buen susto se llevaron Ana María Roldán y Marcelino García cuando regresaron de la misa de Todos los Santos el pasado viernes. Todo parecía normal en su casa de Quinzanas, en Pravia, hasta que la pareja de octogenarios, con la mosca detrás de la oreja tras ver a una de sus ovejas cojear, decidió hacer recuento de los animales y observaron que faltaban cuatro. Según caminaban por la finca de casa, fueron recogiendo a las ovejas que presentaban mordidas por el cuerpo, cuatro en total, y vieron a la única que pereció en el ataque. ¿El responsable? El lobo. Así al menos lo certificó la guardería de la Consejería de Agroganadería

Parece que los cánidos han instalado su despensa en Pravia. Al ataque que sufrieron dos ponis la semana pasada en la localidad de Corralinos, se suma ahora la muerte de una oveja y los daños a otras cuatro en Quinzanas. Algo insólito según Roldán, propietaria de los animales, porque "siempre hubo jabalíes y raposas, pero aquí jamás hubo lobo pero ahora empiezan a bajar a comer".

El matrimonio no sintió nada extraño al amanecer del viernes. Aunque sí recuerdan que el perro ladraba constantemente, pero no hicieron caso porque "siempre lo hace". Se fueron a la misa y a la vuelta, la casa se convirtió un una sala de urgencias improvisada. "Llamamos al veterinario que vino y las cosió a todas, hizo un trabajo buenísimo porque había algunas que estaban muy mal", recuerda Roldán, quien ayudó en todo lo posible al profesional durante las operaciones.

Tal fue el ataque que sufrieron sus animales que la mujer detalla que en una de las heridas de una oveja "entraba la tijera entera por el agujero del diente". Debido al peligro que corren aún los dos animales que se encuentran más graves, el parte de Agroganadería sigue abierto. Las ovejas en peor estado empezaron a comer ayer y el matrimonio prevé tenerlas estabuladas hasta que se recuperen del todo. Además, el rebaño pasará todas las noches dentro de la cuadra para evitar "otro disgusto".

Roldán y García apuntan que el miedo al lobo en Quinzanas está extendido y que por ello los ganaderos tienen a los animales guardados "pero eso produce unos costes que meten miedo", apunta. Roldán pide "control" porque "entre el lobo, el jabalí y el cuervo aquí ya no se puede sembrar nada ni tener ganado". De momento han decidido que para evitar "más líos" se desharán de las ovejas, las gallinas, el perro y las dos vacas. Irán a Barcelona a pasar una temporada con su hija.

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