Tras siete años de propuestas infructuosas y de división entre los grupos políticos de la Mancomunidad del Cabo Peñas, que integran los municipios de Carreño y Gozón, la reforma del ente tiene ya una fecha marcada en rojo: el próximo martes se votará un plan del PP de Gozón para reducir el coste que el órgano le supone a los ayuntamientos. Actualmente, cada concejo paga algo más de 400.000 euros y la propuesta gozoniega pretende rebajar esa cantidad casi a la mitad. "El ahorro será de entre 150.000 y 200.000 euros al año", aseguró ayer el alcalde gozoniego, Ramón Artime.

La situación financiera de la Mancomunidad es crítica, hasta el punto de que algunas empresas que prestan sus servicios en la piscina mancomunada de Antromero llevan meses sin cobrar, y Carreño ya ha advertido de que la caja "está a cero", con lo que también peligran los próximos salarios de los funcionarios y del personal laboral.

Con el plan de reforma, que será presentado oficialmente pasado mañana, jueves, se pretende llevar a cabo la reestructuración del órgano mancomunado para hacerlo viable en el futuro.

"Queremos que la Mancomunidad funcione como una oficina de apoyo a los ayuntamientos, no como un ayuntamiento más", aseguró ayer Artime, quien adelantó que lo "idóneo sería que Carreño compartiese la filosofía, aunque luego cada uno podrá hacer lo que quiera, asumir costes, repartirlos o eliminarlos", puntualizó.

Artime presentará la propuesta el jueves y rápidamente se le dará trámite en los órganos de decisión de la Mancomunidad. Así lo aseguró el vocal delegado del ente, César Fidalgo, del grupo municipal de Izquierda Unida. "Si la propuesta llega esta semana, se convocará la comisión para el martes que viene y tenemos la intención de que puedan incorporarse varios informes técnicos, al menos uno jurídico y otro económico, que permitan a los grupos políticos valorar la propuesta con conocimiento de causa".

De esa comisión, la propuesta de reforma saldrá con un informe positivo o negativo y se llevará a pleno para su votación final. Si el informe es positivo, la próxima semana la reforma saldrá aprobada. Sin embargo, Fidalgo no da nada por hecho. "A mí no me llamaron para reunirme con ellos ninguno de los dos alcaldes, pero debo recordarles que ni uno ni otro tienen mayoría en sus corporaciones, están minoría, así que veremos qué pasa".