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Dos años sin marisqueo en la ría

El pesimismo cunde entre los mariscadores, que temen que hasta 2016 no podrán faenar aunque el estuario deje de estar contaminado antes, como cree el Principado por la mejora de los análisis

El lunes se cumplen dos años del cierre al marisqueo de la ría de Villaviciosa porque sus aguas están contaminadas por la bacteria Escherichia coli, más conocida como É.coli, habitual en los intestinos de animales y humanos y, en consecuencia, en las aguas negras. En el caso del humedal maliayés todas las miradas se dirigen a las deficiencias del saneamiento y, en consecuencia, a los reiterados vertidos fecales a las aguas de la ría como origen de la contaminación.

La explicación de por qué hace dos años se dispararon las concentraciones elevadas de esa bacteria, a pesar de que, supuestamente, las condiciones habían sido las mismas desde hacía décadas aún no está clara. Se habla de que a la marisma cada vez le cuesta más regenerarse y que también que los propios sedimentos dificultan esta labor. Sean cuales sean las razones, en este último año, después de que en noviembre pasado se hicieran obras para eliminar vertidos en La Alameda y La Barquerina, los índices de esta bacteria se han reducido, pero no lo suficiente como para que el marisqueo vuelva al estuario, para desesperación del sector.

La Dirección general de Calidad Ambiental realiza análisis periódicos de las aguas, al igual que en la Dirección general de Pesca controlan la calidad de los moluscos y la presencia de la bacteria en su carne. El biólogo Pepe Carrasco explica que aunque los resultados han mejorado de forma destacable, en alguna de las analíticas los valores se disparan, lo que impide que pueda abrirse de nuevo al marisqueo. El producto se clasifica en tres categorías. La A, en la que el marisco no necesita depuración. La B, que es la actual de la ría de Villaviciosa, y en la que se necesita depuración antes de su consumo y el valor máximo que se admite son 4.600 É.coli por cada 100 gramos de carne.

Alrededor del 60 por ciento de las analíticas dan cifras inferiores, aunque hay picos que hacen que el producto de la marisma oscile entre la zona B y la C. En esta última, no es apto para el consumo. Para seguir en la B, la legislación marca que el 90 por ciento de los análisis se muevan en los parámetros exigidos para esa categoría. Algo que hasta ahora no se ha dado.

En 2012, los puntos más elevadas de la ría eran los que más concentraciones por E.Coli tenían en sus aguas. Destacaron El Puentón, La Barquerina, El Puente Güetes y El Salín con valores de 43.000, 27.000, 36.000 y 29.000, en cada 100 mililitros. Un año después, esas cifras se han reducido a 2.200, 14.000, 10.000 y 0. La razón son las obras municipales de saneamiento.

La zona de marisqueo en la marisma va desde La Ruxidora hasta las cercanías de Miami. En este tramo de humedal, los datos también han mejorado considerablemente, oscilando entre 11 y 140.

El director general de Pesca, Alberto Vizcaíno, destaca que los trabajos realizados por el Principado como las mejoras en la estación de bombeo de Albatros también han contribuido a reducir la contaminación. "Ahora sí que vemos un horizonte", apunta con esperanza, aunque reconoce que "seguimos teniendo oscilaciones y nos salimos a la zona C, pero con mucha menos habitualidad". Por lo que cree que "es evidente que estamos más cerca del final", aunque no se aventura a dar fechas.

En estos dos años, el Principado ha indemnizado con 120.000 euros a los mariscadores, dinero distribuido en cuatro convocatorias de ayudas. También se han sembrado 500.000 semillas de almejas y se limpió el humedal, en colaboración con los pescadores, además de realizar varios estudios para conocer la situación de contaminación de la marisma y localizar puntos de vertido. Vizcaíno también pide el apoyo del Ayuntamiento de Villaviciosa para trabajar en la misma línea.

La Consejería de Fomento ha advertido al Ayuntamiento de que persiste un punto importante de vertido fecal en les Colomines, unos metros aguas arriba de El Puentón. También le pide que elimine otro vertido de la red municipal que se produce en la zona del campo de fútbol de Les Callejes. El Gobierno local ha tomado buena nota y esta misma semana el concejal de Obras, Andrés Buznego, anunció que acometerían estas obras antes de fin de año. El alcalde, José Felgueres, indica que su equipo está haciendo "lo que había que hacer".

Fomento también apunta que la característica de "unitaria" de la red de saneamiento de Villaviciosa, que transporta por las mismas conducciones aguas fecales y aguas pluviales, hace que en episodios de lluvia no muy intensos se produzca alivios a la ría, con la consiguiente contaminación. Buznego también es consciente de la importancia de acometer esta reforma, presupuesta en 1.924.000 euros. El problema está en su financiación, pues sería necesaria la colaboración de las administraciones regional y central.

La desembocadura del arroyo de Carda en la marisma es otro punto en el que se aprecia un ligero incremento de la contaminación, según el Principado, que cree que las obras del saneamiento de Carda, Tornón y Selorio y la ampliación de la depuradora de Rodiles, que están en marcha, "contribuirán a mejorar la situación". Para Andrés Buznego estos trabajos también van a ser fundamentales para dotar a la margen derecha de la ría de saneamiento. Esta obra se incluye en el convenio suscrito en enero de 2008 entre el Ministerio de Medio Ambiente, la Confederación Hidrográfica del Norte y el Principado de Asturias. En este documento se incluyen también otros trabajos que corresponde ejecutar al Estado: las incorporaciones al saneamiento de San Martín del Mar y Bedriñana (margen izquierda), el saneamiento y depuradora de Argüero y el Villaviciosa-Quintes. No hay proyecto ni fondos.

Los grandes damnificados de todo esto son los mariscadores, que llevan dos años sin poder faenar y tienen que seguir cumpliendo con sus obligaciones con la seguridad social. No es de extrañar que en este tiempo 5 de los 25 profesionales que antes se ganaba la vida a la navaja y la almeja se hayan dado de baja. Dos, porque encontraron otro trabajo; otros dos, por la falta de ingresos para pagar a la Seguridad Social; y otro, porque se jubiló. De los actuales 20, sólo ocho o diez van a capturar cebo.

Según el portavoz de este colectivo, Andrés Pérez Cuétara, "las cosas cambiaron para peor". Hace un año un vertido químico esquilmó el 80 por ciento de las almejas y navajas plantadas. Y sospechan que se haya producido otro en septiembre porque han encontrado numerosas conchas de almejas vacías. "No veo mucho futuro como siga así". Estima que hasta 2016 no podrán volver a mariscar, aunque la ría deje de estar contaminada antes. La mayoría de las almejas no alcanzan la talla mínima de los cuatro centímetros. Siguen pendientes de que se resuelva la reclamación patrimonial contra el Ayuntamiento de Villaviciosa, de 75.000 euros.

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