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Carreño | PERSONAJES

El médico que receta felicidad en Candás

Francés de nacimiento, Alain Fernández se ocupa de la gestión cultural de un concejo que adora y al que llegó con 20 años

Alain Fernández, en el exterior del centro polivalente La Baragaña. Mónica G. Salas

Alain Fernández iba a ser médico. Lo tenía claro. Y aunque en su camino se cruzó la gestión, acabó siéndolo. Pero no uno al uso, sino un facultativo, como él mismo confiesa, "del alma", que intenta, con cada actividad que programa dentro del Teatro Prendes o del área de Festejos del Ayuntamiento de Carreño, "hacer feliz a la gente". Unas veces lo consigue, otras no, pero las ganas de seguir trabajando y de hacer frente a nuevos retos, dice, nunca cesan. Y más si se trata de su propio pueblo. Porque Fernández nació y vivió durante veinte años en Francia, pero ante todo, insiste, "soy candasín". O para ser más exactos, un "asturiano con formación francesa". La expresión que se utilice da lo mismo, lo que está claro es que es "un profundo enamorado de Carreño, de Gozón y de todo el Cabo Peñas", como asegura desde su despacho, en el centro polivalente La Baragaña, que gestiona desde su inauguración, en 2007.

Sentado en ese espacio, dice nada más empezar la conversación que no le gusta hablar de su vida privada, pero Alain Fernández es un gran orador. No defrauda y en seguida se anima a revelar qué hay detrás de esa fachada de hombre polifacético, que lo mismo presenta actos y colabora como actor que retransmite en la radio una carrera de Fórmula 1. Y lo que hay detrás es una persona muy casera, amante del teatro, del cine, del deporte, del bullicio candasín, de los paseos por la Ciudad de Vacaciones de Perlora y, sobre todo, de su trabajo.

No se arrepiente del giro que un día dio su vida. No lleva bata blanca, pero a cambio es "feliz" con su faceta de gestor en Carreño. Sobre todo, en tres momentos del año: la cabalgata de Reyes, el Festival de la Sardina y el Salón de teatro costumbrista asturiano, que él mismo impulsa año tras año, con el objetivo de que "sea reconocido en Asturias como bien cultural". Ésa es su eterna lucha. Y lo dice desde la distancia, porque si hay algo que le ha aportado haber nacido en Francia es precisamente esa capacidad que tiene para saber valorar todo lo que convierte en única a esta región.

Pero en toda esta historia, hay algo que todavía queda por explicar. ¿Por qué Fernández nació en Francia siendo sus padres asturianos? "No sé, supongo que en aquellos tiempos consideraron que podrían darnos una mejor educación a mi hermana y a mí en París", responde. Los veranos siempre los pasaban en Candás, al final, todos acabaron volviendo a Asturias.

Sin embargo, Alain Fernández fue el último en dejar atrás París. "Tenía veinte años y ya había iniciado la carrera de medicina. Pero, al final, acabaron tirando más mis raíces que mis deseos y opté por dejarlo todo. El día que tomé esa decisión, me dormí escuchando en la radio el discurso del Rey con motivo del 23- F", cuenta a modo de anécdota.

No obstante, la vuelta a España no fue fácil, ya que tuvo que empezar desde cero en sus estudios e incluso cursar un año de Biología para poder entrar en Medicina. Pero a Alain Fernández le gustan los retos. Él mismo lo confiesa. Y así acabó licenciándose como médico, aunque su destino cambió cuando empezó a trabajar en Candás como intérprete de francés. De ahí dio luego el salto como delegado en la Sociedad de Festejos de Candás (Sofeca) y más tarde, se fue al Teatro Prendes. Hasta hoy. "En verdad yo había estudiado Medicina por tradición familiar. Siempre había soñado con ser actor. Y al final, sin esperarlo, llegué a pisar el escenario, pero por la puerta de atrás, la de la gestión", expresa con una amplia sonrisa, fiel testigo de su enorme felicidad.

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