Los usuarios del consultorio periférico de El Berrón (Siero), junto con la asociación Berrón 77 de la localidad, han pedido que se tomen medidas inmediatas para reducir la saturación y los tiempos de espera en el centro público.
Son muchos los casos de usuarios que tienen problemas para ser atendidos, y esto es especialmente significativo en Pediatría. José Ignacio Martínez, padre de un niño de cinco años y medio, explica que su niño se puso enfermo el domingo por la tarde, y ayer acudió a las nueve de la mañana para pedir cita para el pediatra. Se la dieron para el jueves a las once de la mañana. "Tuve que ir a un particular porque no podía ir a urgencias a Oviedo por un catarro; no te atienden".
Lo mismo le ocurrió a Maria Eugenia Carbajal, que llamó a las ocho y media para pedir consulta para un niño de tres años y le dieron cita para el jueves. "El niño está pendiente de una operación y no lo pueden atender", dijo. "Pero la pediatra no tiene la culpa".
De hecho, como señalaba el presidente de Berrón 77, Benito González, todos los usuarios están contentos con su trabajo, pero dicen que está desbordada. Está en El Berrón de once y media de la mañana a una de la tarde. "Tiene cerca de 25 personas al día y muy poco tiempo para atender a los niños, poco mas de cinco minutos", dijo.
El médico de familia del consultorio y presidente de atención primaria del Sindicato Médico Profesional de Asturias (SIMPA), Carlos Fernández Moro, asegura que incluso las bondades de la pediatra hacen que usuarios de otros lugares quieran tener su cartilla en El Berrón, lo que contribuye a saturar el servicio.
"La pediatra tendría que aumentar el tiempo de consulta; no puede con más de 500 niños en tan poco tiempo", sostiene.
Fernández Moro dijo que, si no se toman medidas, el consultorio tenderá necesariamente a la saturación. "Crecen los cupos y los médicos son los mismos, con lo que es inevitable", añade. "Y el paciente necesita un mínimo de tiempo de atención, no se puede despachar a la gente en cinco minutos".
El problema no está sólo relacionado con el tiempo de consulta. Un ejemplo es el caso de María Rosa Torres. "Pedí vez el jueves pasado para recetar, y me lo dieron para el próximo jueves, una semana; estoy tomando un tratamiento, y no lo puedo interrumpir", dijo.
Hay muchos casos como el suyo, de gente que no puede recetar hasta muchos días después de solicitar la consulta, que se quedan sin sus medicamentos "y algunos no se pueden comprar en la farmacia sin receta, con lo que tienes que esperar y eso acaba siendo malo para tu salud".
Los retrasos y la escasez de horario para las citas perjudican a mucha gente. Verónica Rodríguez, por ejemplo, trabaja fuera, y dice que tiene dificultades para adaptarse a unos horarios tan rígidos. "Es todo dificultades", señala.
Marcos Ascáriz, padre de un niño de dos años y medio de edad y con su mujer embarazada, asegura que tiene dificultades por partida doble. Por una parte, por las limitaciones de horarios para la consulta del pediatra, y por otra, por los retrasos en las citas de su mujer: "A veces necesita tratamiento inmediato y le dan cita una semana después, con lo que pierde todo ese tiempo para curarse".
El presidente de Berrón 77 reclama que se tomen medidas cuanto antes para acabar con una situación que se prolonga ya demasiado en el tiempo. Desde hace aproximadamente un año comenzaron los problemas más graves de retrasos y saturación.
Los vecinos pidieron en su día que hubiera consulta por las tardes y finalmente se estableció un horario de tarde, pero no es suficiente. Y está el problema de las sustituciones. Aunque en algunos casos las bajas se cubren con sustitutos, en muchos otros la ausencia de uno de los facultativos implica una mayor carga de trabajo para los que quedan, que ya están saturados en condiciones normales.
