La fábrica de Ortiz será mejorada y mantenida con fondos municipales para que pueda dar servicio como sala de ferias y exposiciones. El Ayuntamiento de Carreño ya había decido destinar varias partidas presupuestarias en los presupuestos de 2013, pero ahora se da por segura su incorporación en los de 2014. La finalidad de las obras es adecuar la galería de la fábrica que da a la calle Pedro Herrero, justo la contraria a su fachada principal. Parte de ese mantenimiento incluye la remodelación de la fachada, en la que se está trabajando ya, y también se está llevando a cabo una importante reforma de la instalación eléctrica, que se financiará en dos partes.

El objetivo es poder hacer uso del inmueble para albergar eventos que antes se concentraban en las fechas estivales y que ahora pueden contar con un recinto amplio y cerrado, que permite desestacionalizar recursos con fines turísticos. En Ortiz ya se han celebrado, hasta la fecha, varias ferias de artesanía, que antes se hacían en verano, así como exposiciones de animales. Sin embargo, según señalaron los técnicos, se hacía necesaria una inversión para dotar al edificio de una instalación eléctrica a la altura, servicios y algunos remates que no se pudieron llevar a cabo con la reforma de la fábrica, y este es el objetivo de los fondos propios que ahora destina Carreño.

Y todo porque la inversión que concedió el Ministerio de Cultura, de 1,4 millones de euros, sirvió para la reforma estructural de la vieja fábrica conservera de Ortiz, pero no para su acondicionamiento como museo, que era para lo que se tenía pensado destinar el edificio en un principio. De hecho, para ese fin se puso en marcha el proceso de expropiación forzosa y por ese motivo existe la posibilidad de que se termine en un contencioso por darle un uso distinto.

La planta baja de la fábrica, un semisótano de 407 metros cuadrados, es el objeto de los deseos municipales y el enclave al que van destinadas la mayoría de esas inversiones locales. Un lugar que, además, ya se ha convertido en sede fija, cuando el tiempo impide su celebración al aire libre, de la docena de conciertos anuales que celebra la Banda de música de Candás, al estar al lado de la plaza de El Paseín.