"El molino sigue como estaba y aquí nadie aparece para repararlo". Avelina Abarrío cedió en 2007, junto a su marido, Aurelio Alonso, el molino de La Ponte, en la parroquia de Cayés, al Ayuntamiento de Llanera. La mujer es una de los muchos que ahora lamentan el estado de abandono del inmueble.

La adquisición de la casa molino, así como los terrenos adyacentes, se produjo mediante una donación y las condiciones de la entrega fueron que los bienes permaneciesen en manos del Ayuntamiento con carácter indefinido y que se procediese a la rehabilitación de los mismos en un plazo no superior a los dos años, según consta en el documento oficial.

En 2010 se reparó la cubierta, después se iniciaron trabajos de desbroce del entorno y la mejora del acceso, pero otras quedaron ahí y el molino se viene ahora abajo porque la estructura interior y su cimentación se resienten.

El Pleno aprobó por unanimidad esta semana promover un plan de actuación para conservar el molino y rehabilitarlo, con el fin de que pueda luego estar a disposición de los vecinos para su uso y disfrute.