La familia Vázquez Prendes, desalojada de su casa en marzo de 2013 por los desprendimientos que también obligaron a cortar el tráfico del paseo marítimo, denunció ayer que el Ayuntamiento de Carreño está poniendo "todas las trabas posibles" para su regreso al hogar, cuando está a punto de cumplirse un año de su marcha.

Según declararon ayer mismo, no han tenido respuesta alguna por parte del Ayuntamiento a sus protestas del pasado mes de diciembre, cuando rechazaron ejecutar ellos mismos las obras de reparación del paseo, al tratarse de elementos desprendidos de la zona pública, el monte tras su casa. Previamente, el gobierno había emitido una resolución pidiéndoles que hicieran ellos los trabajos. De ese modo, la familia se considera víctima de un problema de titularidades entre el Ayuntamiento, el Principado y otros privados, con la responsabilidad por los daños que las obras de reparación puedan traer consigo al realizarse como telón de fondo.

Además, tal y como señalaron ayer, "tememos que del dinero de la subvención del Principado otorgado al Ayuntamiento para la obra del argayo se excluya la limpieza de lo desprendido en lo que afecta a nuestra casa".

"El Ayuntamiento no cumple con lo estipulado en su requerimiento de noviembre, no contesta a nuestra réplica posterior y ni siquiera nos ha comunicado la existencia de proyecto alguno para la obra de limpieza del argayo", lamentaron, tras conocer por medio de un partido político de la oposición que el proyecto de obras se encuentra en las dependencias municipales desde hace dos meses.

Por todo ello creen que el Ayuntamiento tiene "una manifiesta intención de alargar el problema y nuestro regreso a casa, cuando llevamos ya casi un año desplazados, responsabilizándonos además de la no apertura del paseo".