Llevan tan sólo un día en el Parque de la Prehistoria de Teverga y los dos bisontes europeos ya son los auténticos protagonistas del equipamiento cultural junto a la pareja de caballos de Przewalski. Además de convertirse en un motor turístico y económico potente para el concejo, la presencia de estos animales en peligro de extinción implica un espaldarazo a su conservación. El bisonte aparece en los dibujos y grabados prehistóricos de las cuevas del arco atlántico.

Los alumnos de los colegios de los valles del Trubia se encargaron de dar la bienvenida a estos nuevos residentes tan singulares y también participaron en un taller de creación de chapas con los dibujos de los animales. Asimismo, fueron los encargados de bautizarlos. Así, la hembra de los bisontes se llama "Pipa", según la elección de los niños del colegio público Padre Nicolás Albuerne, de Proaza, y el macho de los caballos, "Rayo", por indicación de los alumnos del colegio público La Plaza, de Teverga. Los talleres creativos continúan este fin de semana y también habrá visitas guiadas por el museo y a las fincas.

La llegada de los caballos y los bisontes ha sido posible gracias a un convenio de colaboración entre el Principado, el Ayuntamiento de Teverga, el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) y la asociación Centro de Conservación del Bisonte Europeo en España (EBCC of Spain).

Fernando Morán, presidente de EBCC, explicó que los bisontes tienen un temperamento muy tranquilo y que únicamente galopan "si los atacan los tábanos, por ejemplo, o porque estén contentos cuando les vas a dar de comer". Se alimentan de hierba y de vegetación leñosa, que puede representar hasta el 30 por ciento de su dieta diaria. Miden hasta un metro ochenta de alto y tres de largo, y pesan entre 800 y 1.000 kilos; son el mayor mamífero de Europa. Su gestación dura nueve meses. Según indicó Morán, en el traslado ya tuvieron un acercamiento, que augura una posible reproducción. "Esperemos que no tengan tanta presión como Furaco".

Actualmente tan sólo quedan 2.000 bisontes en estado natural, entre Polonia, Bielorrusia y Rusia, y otros 2.500 en centros de conservación repartidos por Europa. El objetivo es que, al igual que los caballos de Przewalski, la pareja de bisontes críe en el Parque de la Prehistoria. Se pretende que las poblaciones mundiales de ambas especies alcancen los 10.000 ejemplares y que las dos salgan de la zona de peligro de extinción. Teverga aportará su granito de arena a ese fin.