Alberto y Mercedes Berros nacieron en Vallinaoscura (Valdediós, Villaviciosa) y recuerdan cómo se celebraba el Carnaval cuando eran niños. "La gente colocaba unos gorros en forma de cono con la pica llena de cintas de colores, se vestía con lo que tenía en casa y picaba en cada casa", comentan los hermanos recordando varias anécdotas. "La gente hacía fayuelos, y los disfrazados y todos los comíamos encantados", añade Alberto Berros, que aun vive en el pueblo donde quedan sólo cuatro casas habitadas.

El encuentro de Antroxu de ayer pretendió recuperar el espíritu tradicional asturiano de este tipo de celebraciones, comentó Myren González, integrante del proyecto Paraíso Rural y una de las organizadoras de este acto. "Queremos poner en valor la raíz cultural del Antroxu y su función lúdica, participativa y reivindicativa en el medio rural", añadió la joven.

El proyecto Paraíso Rural está integrado por una serie de colectivos ovetenses que amplían su saber personal y artístico con la experiencia y la cultura de los pueblos de toda Asturias. "Se trata de un camino largo de fondo pero que merece la pena", explicó Myren González. El encuentro comenzó con un taller de máscaras tradicionales de la mano del artista plástico Ánxel Nava.

"Es un intercambio: yo me encargo de mostrar cómo se hacen las máscaras y los vecinos me cuentan los recuerdos del Antroxu de antes", comentó Nava, quien añadió que este campo "está por investigar y es necesario un estudio sobre la memoria de la gente de más edad en estos pueblos. A partir de la investigación se puede recrear el Antroxu de antes, pero siempre después de un trabajo de campo".

Marta Quintana es de Pola de Siero y se enteró del taller a través de una amiga. "Creo que es algo curioso y me apetecía pasar un domingo diferente y aprendiendo", comentó la joven. Adrián Álvarez acompañó a su amigo Pablo Álvarez a esta actividad como parte del trabajo de investigación que están realizando sobre la mujer en el mundo rural.

Irene Onís también acudió a este encuentro y disfrutó aprendiendo a elaborar máscaras "con este buen ambiente". De Salas llegó Marcos Menéndez a Vallinaoscura: "Ya conocía y sabía de estas actividades que organizan de vez en cuando".

La jornada incluyó, además de la elaboración de las máscaras, una comida compartida y finalizó con la plantación de tejo para recuperar la antigua tradición del pueblo de reunirse bajo un árbol. Los participantes aprovecharon la soleada jornada para compartir experiencias, conocimientos, vivencias y comida en un ambiente que revivió otra época.