Un preciso y documentado repaso a la historia de la Semana Santa candasina. Así fue el pregón que ofreció ayer Hermenegildo Fernández González en la iglesia de San Félix de Candás. El economista candasino repasó uno a uno los actos más característicos de la Pasión en el concejo con un tono didáctico y muy ameno. "Es para mí un honor y una profunda alegría pronunciar el pregón, algo que hubiera llenado de sano orgullo a mi padre, que con tanta intensidad vivía la Semana Santa candasina", comenzó Fernández.

El acto fue presentado por la periodista María Teresa Álvarez, encargada de glosar al pregonero. Fernández recordó a los presentes que la Semana Santa se viene celebrando en Candás "desde tiempo inmemorial". Citó a Fermín Canella y Secades, en su obra de 1900 "Asturias", que dice que "fueron los de Candás muy dados a representaciones teatrales, antes autos sacramentales y de la Pasión, en la iglesia, plazas y campos".

Fernández eligió para iniciar el pregón la procesión del Calvario, que a principios del siglo XX arrancaba a las tres o cuatro de la mañana desde la iglesia. Un paso en el que participaban muchos marineros y que, tras desaparecer durante décadas, fue recuperado en 2011 por el párroco José Manuel García con las catorce meditaciones del vía crucis escritas por María Teresa Álvarez.

El pregonero también recordó que la salve "El molinero de Subiza" se cantó por primera vez en Candás a finales del siglo XIX. Una obra compuesta como zarzuela en 1870 que "más de veinte años después los candasinos David Pérez-Sierra Suárez-Otero y Miguel García-Barrosa se la recomendaron a Medardo Carreño con el propósito de que la incorporase a la tradicional ceremonia religiosa del Sábado de Gloria, en la que ya cantaban la antiquísima plegaria "Al alegre son despierta"".

Fernández también se refirió a la procesión de Nuestra Señora del Rosario. Y, cómo no, comentó la hermandad del día de Pascua en Candás, en el que "la familia se reúne a comer y de postre no pueden faltar los bollos de marañuela". Finalizó con la procesión del Encuentro, el instante en el que se le retira el velo a la Virgen, "es arriada la bandera española y suena el himno nacional. Jesús ha resucitado. ¡Aleluya!".