"¡Políticos, clérigos, periodistas, reis y tribunos, salíi del armariu!". Ésta fue la proclama que lanzó ayer en Bimenes el escritor y miembro de l'Academia de la Llingua Asturiana Miguel Solís Santos en su pregón de la XVIII Fiesta de la Oficialidá del asturiano. Puso a Bimenes como ejemplo por haber declarado oficial la lengua regional el 4 de junio de 1997. Sostiene que "la idea ye esportable", pues desde la Casa Consistorial, en Martimporra, al Parlamento asturiano, en Oviedo, sólo hay 23,21 kilómetros.

Pero la responsabilidad sobre la conservación de la llingua también la cargó sobre los hablantes pues "ye un elementu imprescindible del nuestru ser cultural". Además, Solís apuntó que "si nun falamos la nuestra llingua convertímonos nuna ruina inmaterial d'esti patrimonio. Namái que caún de nós somos los responsables de la custodia del más grande de los valores de la nuestra identidá".

El pregonero destacó que la mayoría de los asturianos, según demuestran las encuestas, son favorables a la presencia del bable en todos los niveles y de su cooficialidad, aunque "los distintos gobiernos autonómicos nunca s'atrevieron a dar el pasu". Miguel Solís dio un tirón de orejas a los políticos, a quienes aconsejó aprender del ejemplo de Bimenes para disponer de una ley de oficialidad "real".

También lanzó críticas a la Iglesia por ser "otru de los poderes que discriminen el nuestru idioma" y a los reyes. A don Felipe le recriminó haber aprendido catalán, euskera y gallego, pero a pesar de haber sido Príncipe de Asturias, "enxamás fexo la gracia de dicir denguna fras n'asturianu, anque fora pa xubir en popularidá nes encuestes del CIS". No se olvidó de doña Letizia, que a pesar de ser asturiana "enxamás se-y ocurriría animar a los escolinos a qu'afondaren na llingua, eso nun ye políticamente correuto", justificó. Solís pidió que sea una asignatura obligatoria en la escuela y que no tenga que competir con Cultura Asturiana.