El gobierno de Carreño aseguró ayer que el agua de la playa de Palmera, en Candás, es apta para el baño. Lo hizo emitiendo un comunicado en el que señala que "hasta la fecha, y a falta de conocer los últimos resultados del muestreo que realiza quincenalmente el Principado de Asturias, las aguas del concejo cumplen con todos los requisitos que marca la ley para considerarlas como aptas para el baño".

Eso sí, el ejecutivo local matiza que, "ante el interés suscitado estos últimos días, la Concejalía de Medio Ambiente ha solicitado a la Consejería que vuelva a recoger muestras en la playa de Palmera para confirmar el cumplimiento de los criterios de calidad", en palabras de la firmante del comunicado, la concejala de medio ambiente, Cecilia Tascón, quien el martes por la mañana, en una comisión de Urbanismo de la que también es delegada, tuvo conocimiento del cierre de la playa de Palmera el domingo por la tarde ante la proliferación de bañistas afectados por picores como consecuencia del baño, que obligó a Cruz Roja a colocar la bandera roja en el arenal candasín.

Para conocer los resultados de las nuevas analíticas, que estarán presumiblemente para el viernes, la edil remitió a la página web del Gobierno regional, donde se cuelgan semanalmente los resultados de las analíticas tomadas en todas las playas de Asturias.

Tascón, no obstante, pidió al Principado de Asturias que repitiese los análisis de la playa de Candás. "Este pasado lunes correspondía que viniesen a analizar el agua, y así lo hicieron, pero les pedí que repitiesen el análisis 48 horas después, para estar más seguros", declaró con posterioridad al comunicado a este periódico. Este nuevo muestreo se realizó ayer y los resultados, como los de las muestras del lunes, deberían conocerse mañana.

Mientras tanto, la bandera amarilla seguirá ondeando en Candás como "medida de prevención", según Tascón. "Desde lo sucedido el domingo y hasta que conozcamos los resultados mantendremos la precaución, aunque lo que sí es probablemente descartable es que los picores tuvieran que ver con restos de ecolí o aguas fecales", alegó la edil de Medio Ambiente.

Ayer mismo, además, la asociación de vecinos de Candás solicitó al gobierno de Carreño que se lleve a cabo una información pública "de la situación puntual de las aguas y del tipo de contaminantes a los que nos exponemos los usuarios de la playa", según explicó el presidente del colectivo, Luis Fernández.

Señaló que "es nuestro derecho y una obligación de la administración" tener conocimiento de los pasos que se siguen y los datos que se recopilan sobre el estado de las playas de Carreño. Y es que la situación no es totalmente exclusiva del arenal de Candás, ya que las aguas de baño de Perlora también han presentado irregularidades.