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El Prendes afianza a "Les Ayalgues"

El grupo de mujeres del concejo arranca los primeros aplausos del Salón costumbrista de Candás en su estreno interpretativo de una obra completa

El grupo "Les Ayalgues de Carreño", el miércoles en plena actuación en el Teatro Prendes de Candás. G. BENGOA

Sentían una gran responsabilidad al ser las encargadas de abrir el Salón de Teatro Costumbrista de Candás, que patrocina LA NUEVA ESPAÑA, y cumplieron con creces. Son las mujeres que integran el grupo "Les Ayalgues de Carreño", que además de iniciar el certamen estrenaron obra. Fue "El calendariu", del respetado autor sierense José Ramón Oliva, presente en el estreno candasín. Diecisiete mujeres forman parte de "Les Ayalgues de Carreño", una agrupación teatral que hasta ahora no había interpretado una obra completa sino escenas sueltas. El texto de Oliva que interpretan las candasinas se plantea precisamente en varias escenas, aunque en su solo acto que resolvieron con solvencia. Hubo nervios, pero las actrices se sintieron cómodas en el escenario del Prendes ante un patio de butacas que se llenó de público.

Había interés por la apertura de la XXIV edición del Salón. Una larga cola que rodeó parte del teatro mostró media hora antes de iniciarse la obra que el público respalda la apuesta de Candás por el teatro costumbrista asturiano. Alain Fernández, director del teatro Prendes, fue el primero en salir al escenario con su bastón de mando para presentar la edición de este año con doce actuaciones, que incluyen cinco estrenos. El primer aplauso de la noche fue para la actriz Aurora Sánchez, que cuenta con una escultura que el público ve junto al escenario. La intérprete, dama del teatro costumbrista asturiano, da nombre a los premios que tras el Salón se entregan a los mejores trabajos y en varias categorías.

"El Calendariu" narra las dificultades que tiene un convento de monjas en Candás para hacer frente a las deudas. Las hermanas hacen marañueles, pero pierden dinero por el coste de la materia prima. Deben 10.000 euros y se juegan el cierre del convento. La lectura de una revista con fotografías de gente ligera de ropa y con artículos de actualidad les da una idea: hacer calendarios como los que vendió un grupo de bomberos, que posaron con poco más que el casco. Y ahí surge la polémica.

Al final deciden que las monjas irán vestidas, con ropa de última moda, pero el Arzobispado pone, nunca mejor dicho, el grito en el cielo. La pieza clave de su salvación es una periodista de LA NUEVA ESPAÑA que las visita y publica un artículo tras ver cómo las monjas ensayan un desfile de modelos. Entonces, les visitan sus superioras, que exigen una nueva dirección del convento a cambio del adelanto del dinero que necesitan. No hay acuerdo porque todas se niegan y una nueva visita de la periodista, que cita posibles titulares sobre la actitud de las superioras y las hace rectificar.

El poder de los que mandan, la lucha reivindicativa y los miedos a la repercusión de las miserias morales de algunos son temas que provocan la reflexión en esta obra original de Oliva. El aplauso unánime del público, que se divirtió con la obra, premió el trabajo de las actrices candasinas, que demostraron buena intención y mucho interés.

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