El roble casi centenario que crece junto a la iglesia de la parroquia sierense de La Collada corre grave peligro. Ha sido objeto de un acto vandálico que le causó un daño muy grave. Una vecina de la localidad, Magdalena Gallardo, se encontró ayer con que alguien había cortado dos grandes franjas profundas en la base del tronco, cuya principal consecuencia podría ser que la savia dejase de circular por el árbol y que éste muriese.

La vecina denunció los hechos ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, y también lo comunicó al Ayuntamiento de Siero. Asimismo, se dirigió a la Asociación de Amigos del Roble de Pola de Siero, que se comprometió a apadrinarlo y tratar de salvarlo.

Magdalena Gallardo asegura que "quienes lo hicieron sabían lo que hacían, es un daño hecho aposta para que el árbol se seque, lo hicieron a conciencia". Lamenta que aunque se trate de poner remedio con varias medidas, entre ellas una poda integral para tratar de que la savia circule, es posible que el árbol no se salve.

Gallardo recordó la lucha que en la misma parroquia protagonizaron los vecinos para evitar que se talase el tejo que crecía junto a la iglesia abandonada de Ceñal (y gracias a su trabajo todavía crece). Este árbol tenía más valor, ya que se trata de un ejemplar milenario.

Aun así, Magdalena Gallardo cree que el valor del roble es grande y que merece la pena intentar salvarlo. "No se si lo conseguiremos", apunta.