Luis Prendes Fernández, conocido cariñosamente en Candás como "Luis el narizón", apelativo de toda la familia, falleció ayer en la capital de Carreño a los 91 años. Nacido en 1923 en la provincia cubana de Matanzas, pero residente desde los tres años en Candás, a él se le atribuye buena parte de la tradición cinematográfica de la villa, donde llegó a haber cinco salas, de las cuales tres eran controladas por la familia Prendes.

Para Prendes el cine no sólo fue una forma de ganarse la vida, sino una afición intensa. Desde su llegada a Candás, y residiendo en la actual plaza de La Baragaña, donde se instaló el primer cine de la familia Prendes, el Teatro Marina, contempló ya en los años 20 y 30 las primeras proyecciones en la villa, a escondidas y en pijama, como él mismo llegó a relatar, por no tener el consentimiento de sus padres.

La actividad cinematográfica de la villa en el siglo XX fue, desde muy temprano, profusa. Tres de los cinco espacios para el cine fueron impulsados por la familia Prendes (el único en funcionamiento hoy lleva su apellido), primero por el padre de Luis, Joaquín, y luego por él y sus hermanos, y un cuarto, el Apolo, también fue gestionado por ellos durante un tiempo. La familia creó además una empresa de distribución, "Selecciones Prendes", que trajo a España algunas películas norteamericanas. En sus últimos años de vida, Prendes se dedicó a recopilar y documentar todo el archivo de la familia. Su funeral se celebrará hoy sábado, a la una de la tarde, en la iglesia parroquial de Candás.