Fernando Iglesias desde Avilés, Ana Díaz desde Candás, Amparo Gutiérrez desde Gijón, y las hermanas Sagrario y Sara Vega desde Gozón. La capilla de Los Remedios de Guimarán, elevada este año a santuario canónico, se convirtió ayer en foco de peregrinaje. Personas llegadas de diversos puntos de la región se concentraron en el entorno de la ermita tras completar a pie un recorrido de una, dos y hasta tres horas de duración. Pero el esfuerzo mereció la pena; sus fieles pudieron contemplar a la Virgen en todo su esplendor. La patrona de Carreño fue la protagonista de una de las romerías más tradicionales que conserva el concejo y que encandila cada año a más asturianos.

De hecho, fueron muchos los que ayer asistieron a la fiesta por primera vez. Ése fue el caso de Pilar y Josefina Fernández, de Avilés. "Nos hablaron de ella y nos animamos a venir. Está preciosa y es increíble la cantidad de gente que viene hasta aquí", dijo Pilar, a la sombra, bien resguardada del sol y siguiendo con atención la misa.

Tampoco se perdieron detalle del acto religioso las hermanas Sara y Sagrario Vega, vecinas de Vioño (Gozón), de 84 y 83 años, respectivamente. "Es tradición. Ya nuestros antepasados venían aquí caminando y nosotras tenemos mucha devoción por la Virgen", explicó Sagrario Vega. Hasta tal punto que su hermana no sale en todo el año de casa, pero sí para ver, aunque sea sentada en una silla de playa, a la patrona de Carreño. A ella le hicieron un año más, los integrantes del grupo de baile "La Folixa" una ofrenda con ramo y cantares, en la que participaron por primera vez las mujeres de la Cofradía de la Virgen del Rosario y los Dolores, las bandas de gaitas de Candás y "Noega" de Gijón y la Coral "Aires de Candás".

"Lo más bonito de esta fiesta es la unión", comentaron Alberto Pérez y Rosa Marcos, vecinos de la parroquia. Ellos nunca se pierden la procesión de la Virgen de los Remedios. Y menos en un año en el que su casa, su ermita, ha sido nombrada santuario mariano del Camino de Santiago del Norte. "Estamos muy contentos. Llevamos la tira de años luchando por ello y al fin lo hemos conseguido", afirmaron. Lo mismo opinó Carlos Oliveira que cree que esa nueva catalogación traerá más peregrinos al concejo.

Al menos, ayer eso se notó. Fernando Iglesias salió a las diez de la mañana de Avilés para llegar puntual. Nunca falla desde hace más de cuarenta años. Como tampoco Marisa Álvarez, de Cancienes. "Yo soy de San Martín de Podes (Gozón), pero me casé en Corvera y desde que vivo allí, vengo siempre a estas fiestas. Para mí la Virgen de los Remedios es muy especial. Le pido algo, aunque no siempre me lo concede", aseguró. Aun así, la fe en Carreño nunca flojea y la patrona siempre camina al calor de sus fieles, como sucedió ayer.