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La capilla de San Antonio se reconstruirá en noviembre a 17 metros del acantilado

Un 15 por ciento del templo, desmontado en abril de 2011 por el riesgo de caer a causa de los argayos, será de nueva factura

Piezas del templo frente al eucaliptal donde se recolocarán. B.F.

La capilla renacentista de San Antonio de Candás, del siglo XVII, será reconstruida a partir del próximo mes de noviembre a 17 metros del acantilado del que fue apartada por el riesgo de argayos. Los detalles de la reconstrucción del templo ya se conocen, al haber sido entregado el proyecto de obra del estudio de arquitectos Cosme Cuenca. Se trata de los mismos responsables del proyecto de desmontaje de la capilla, realizado "piedra a piedra" y con la numeración de cada elemento para su posterior recolocación, en abril de 2011.

Eso sí, no todas las piedras volverán a ese emplazamiento, ya que 52 de ellas no podrán ser empleadas de nuevo, al no poder ser recuperadas en condiciones durante el desmontaje de la capilla. Se trata del 15 por ciento de la sillería total del templo, que será reemplazado por sillares de piedra entonada elegidos para la ocasión.

Sí se colocarán, y en su misma posición y orientación, según recoge el proyecto, otros 287 sillares, el 85 por ciento del total. Habrá que despejar un lugar en el eucaliptal situado junto a la capilla, que necesitará de la tala de una veintena de árboles para dejar sitio a la ermita renacentista.

El coste inicial es de 199.269,41 euros y el plazo de ejecución de los trabajos será de cinco meses, una vez que se lleve a cabo su adjudicación, prevista en las próximas semanas.

En cuanto al plan de trabajo, la primera fase consistirá en limpiar el terreno para cerrarlo y balizar, marcar el área exterior, que estará vetada a maquinaria de vehículos pesados. También se instalará un vallado perimetral de protección.

La segunda fase estará destinada al montaje. De acuerdo con el proyecto, este proceso se iniciará con la colocación y encumbrado del armazón del arco del triunfo, seguido de la instalación de las nervaduras de la bóveda estrellada con sus cinco claves.

Todos los elementos retirados del primitivo edificio se encuentran depositados en un almacén del concejo y durante los tres años que permanecieron en este local se llevaron a cabo varias inspecciones para comprobar su estado de conservación.

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